sábado, 16 de noviembre de 2013

EL ENTENDIO Y ER CASIANO: CRÓNICA DE ENSAYO Y ERRÓ DE LAS COSAS DE LA VIDA Y DE LOS ESQUEMAS TORCÍOS QUE NOS HACEMOS CUANDO ES ER BOSQUE EL QUE NO TE DEJA DISFRUTÁ LAS HOJAS

Yo y er Casiano nos echamos largos paseos que cuando uno es jubileta no te mandan hacé otra cosa. Antes vigilábamos las obras, pero como ya no hay...pó hasta eso nos han quitao. Y en esos paseos que nos echamos yo y er Casiano hablamos de tó y de ná y vamos mirando la cara de la gente que pasa a nuestro lao y ambos dos, yo y er Casiano, nos damos cuenta que la gente no es felí y que está mú agobiá. La gente va con prisa y no mira a la cara, tiene la mirada perdida y triste. Siempre sa dicho que este mundo es un valle de lágrima pero vamos a peó: ahora es una montaña de lágrima y las pendientes provocan cataratas que no te pues operá. Tó el mundo tiene su conque, a cuarquiera que le pregunte tiene una lista de poblema. Me preocupa esto, esto, esto. Como er chiste, me dice er Casiano.
- Doctó, me duele aquí, aquí, aquí. Y se sañalaba la cabeza, er pecho y el estómago. ¿Qué tengo doctó?
- Er deo roto, pishita.
En la vida está pasando eso. Ahora que tenemos más, la gente es meno feli. Ya mi abuela decía aquello de que tó el mundo tiene su ventana y arguno hasta su barcón, que se venía a referí la mujé que tós tenemos argún poblema. Pero ahora que la gente parece que sabe más y tiene más miedos de información, la cosa se complica. Ahora a naide le gusta su pareja y tós sueñan con un Rober Refor o una Sofia Loren, por decirte gente actuá, y la compara con quien tiene al lao. Pó no están equivocaos. Lo primero es que seguramente la persona que está al lao es más auténtica que ná aunque se tire eruto y lo segundo que imagínate tú que de pronto te dice er destino: "sí, ta tocao tu sueño y pa ti el Richar Guere" Toma ya. Con lo delicaíto que tiene que sé er nota ese. Y es que no sabemo lo que deseamo. La envidia es mú mala y ambicioná lo que no tenemo, más peó. ¿Qué pasa? ¿Qué tenemo que conformano con lo que tenemo? me pregunta er Casiano metiéndome los deos en la boca.
- No, Casiano. No se trata de conformarse, sino de valorá lo que tenemos. Macuerdo de una canción de un cantante francés cuando yo iba a vendimiá a los campos elíseos franceses, un tal Jorge Brassen, que cantaba los zapatos de Helena. Y decía que debajo de una farda guarrilla había dos piernas de reina. Tós los que la miraban sentían asco, menos el Jorge este. Muchas veces no es que las hojas no te dejen ver el bosque, al contrario, estás tan ciego con llegar al bosque que no disfrutas de las hojas, del camino. Que hace cuarenta años no había agua y cogías la burra y te pasabas el día solo en lleva la burra al agua y ibas y vorvías cantando. Qué no hay recetas pá la felicidá y tó er mundo está esperando que se la receten en la seguridá sociá. Y me paece que esa también la quitaron.
Y otro poblema de la ambición es lo que decía mi padre de meterse en la boca un hueso que no pues roé. Y te atraganta. Todos queremos más, decía la canción, Y más y más. Pó hay que sabé pará. Que hay mucha gente arruinaica por levantá castillos en el aire. Ponen un negocio y si le va bien no esperan a que se levante con una erección normá. Enseguía le meten viagra empresariá y luego se les derrumba. Amo, un gatillazo comerciá.
Si terminamo el mes yo y er Casiano como la entrada más vista, vamo a publica un decálogo con siete u ocho consejos pá caerse de esparda y darse en la frente. Pasa esta entrada a la humanidá que aquí hay que sé má feli según inventamos cosas y somos más desgraciaos. Amo, que he merendao yo un bocata de sarchichón y estoy eufónico.

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