martes, 8 de octubre de 2013

EL ENTENDÍO Y ER CASIANO: CRÓNICA DE ENSAYO Y ERRÓ PARA DESPERTÁ CON LA MUJÉ DE TUS SUEÑOS PERO NO VUELVAS A HABLÁ CON UNA MUJÉ QUE ANNA ESTÁ EN LÍNEA U OTRA MUJÉ LATINA


Un momento, ahora te escribo, que tengo a Ana en línea....
Ná, pisha, que la Anna no se pone. A mi me pone pero ella no se pone. Están estos cabrones jugando con el impetú virí de los estópgenos masculinos y el refrán populá de que puen más dos tetas que dos carretas.
Por supuesto que no vuervo a hablá con una mujé y antes veo y reveo y miro y remiro esos labios pernichiochos y esos ojos que te miran y te dicen cómeme, cómeme. 
- Tiene unos ojos pá comerte el aquello, piropeaba er Juanjo a las niñas der pueblo, pero es verdá que los ojos son el espejo del arma. Y el hombre en estas armas se pierde. En tu via habías visto una centura de avispa con un aguijón tan fino. Ves esta latin woman y lamentas no haber nacío en otra época u lugá.
Mírala, mírala, lo güena que está y dispuesta a hablá contigo. Siempre habrá quien les diga "sujétame la camella" como er chiste que con tanto arte nos cuenta er Casiano de ese que está en er desierto con ganas de tirarse a la camella. A esto que se le aparece una muchacha increíble como la de aquí abajo y cuando le pide un deseo dice er nota: sujétame la camella.
Interné está gorpeando fuertemente en la mente der 
seso masculino. Como si fueran fenómenos para subnormales, continuamente te asartan la pantalla pá decirte que puedes despertá con la mujé de tus sueños, lo cual no es más que una incidencia de la indecencia o viceberza. No debemos codicia bienes ajenos. 
Pero más allá o más acá de tó esto yo lo que me planteo es que la "fórmula no ha varíao mucho, hace cuarenta años era la fórmula quinta que decía "En un reló darán las doce y llegará la medianoche, Cenicienta se marchó, etc" y hoy la fórmula es mú parecida: toda mujé que ejerce una influencia por su físico proporciona  el doble del efecto deseseado. El principio del Arquémides ese tiene una continuación en estos tiempos. 
La mujé sigue siendo un vurgar anzuelo y el hombre un papanata que sigue siendo el bobo que acuda ar señuelo que les ponen, y nunca peor dicho. Porque el hombre se pone a la primera que sarta y no se plantea ná más. Despiértate con la mujé de tus sueños... que verás que pronto empieza a discutí con ella y te recuerda a la que ya tenías.

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