jueves, 20 de diciembre de 2012

EL ENTENDÍO Y ER CASIANO: CRÓNICA DE ENSAYO Y ERRÓ SOBRE COMO PASAMOS DEL ESPÍRITU DE LA NAVIDAD AL FANTASMA DE LA NAVIDAD.

Hoy nos hemos juntaos en la peña pá despedí el año. No está la cosa pá despirfarros porque entre las pensiones, las ayudas a los hijos y er copago, casi todos nos podemos comprá un velero mercantí porque estamos a dos velas.
Todas las comidas de navidá empiezan con la botella llena y mientras la tenemos media llena la cosa va bien. Con buen ambiente, cá uno cuenta su gracia. Er Casiano nos contó que había devuerto un reló porque el vendedó le había asegurao que se podía duchá con él.
- Y yo aprieto tó los botones y del reló no sale agua.
ER CASIANO SIN ENTENDÉ ER RELÓ TIC TAC
Yo imaginándome al Casiano en pelota apretando los botones  es que me meaba. 
La verdá es que er Casiano tiene su gracia. Pero solo cuando la botella de Rioja está medio llena. Según se va vaciando la botella y la ves medio vacía, la fiesta se va vorviendo más pesá. La gente se anima y empieza a contá chistes por el finá:
- Casiano ¿sabes er de la lógica? Pó entonces tú eres maricón, dice er Juanjo,  que siempre ha tenío la gracia donde cristo perdió la boina.
 Y aluego nos damos er festín y comemos a dos carrillos: que si cocretas, que si bigotuas del mercadona, un sarchichón mú buenísimo, amo, lo mejón de cada casa.
Y tó bien regao con cerveza STRAINBÚ, alemana pura que sabe la mar de bien cuando está fría. Caliente ni se te ocurra, que te pué recordá ar meao de burra, que dice er Casiano con cierta sorna, pero ya sabemos que sorna con gusto no pica.
Cuando ya estamos hasta ahí tós, también llamado ahitos,  hacemos un ezzzsexo y nos tomamos un ron Armirante. Er Jesú se arranca a cantá el himno de la armada: "ardor guerrero vibra en nuestras voces" Er Juanjo aprovecha cuando se para er Jesú pá cantarnos, como tó los años, su villancico preferido "sanjosébenditocomotepañatepácogertelosgüevosconelalicate"
Todos nos reímos con efusión etílica de primer grado.
Y lo peó empieza ahora. En vez de himnos pá casa a dormir la mona, abrimos el anís der mono pá eternizá la alegría. Y eso si que no. Ni que la felicidad fuera un tendedero extensible. Y ya nos ponemos pesaitos y a contá batallitas que nunca fueron y aquel jabalí que cazamos de 120 kilos. Y nos damos abrazos y nos juramos amor etennnnnnnnnnnnnnnno.
Y me cuenta mi primo que en las ciudades entoavía es peó. El otro día un gordo borracho y dando naúseas a tó er mundo, usease nauseabundo, se le acercó a su hija de 30 años menos a decirle:
- Llevo un rato mirándote y ¿nadie tavía dicho queres guapísima? Y el gordo seboso no se daba cuenta que la muchacha ya había leío la conjura de los necios y que no le gustan los cerdos que huelen a perrito caliente. Con una mirada fria despidió tanta baba avejentada. 
¡Qué asco me dan los viejos que no saben cumplí años! 








No hay comentarios: