sábado, 20 de octubre de 2012

MERCI MONSIEUR. François Hollande si. Rajoy no.

"A los españoles y portugueses que pagan los desaguisados de otros: es la hora de no imponer solo austeridad"
RAJOY. ENTRADA  LA AUSTERIDAD DE LA AUTORIDAD

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Many thanks for writing valuable post regarding the subject. I am a fan of your site. Maintain the great work.

MIGUEL ALCEDO dijo...

GRACIAS. Aunque escribo para mi reconozco que si no sintiera que estáis ahi, dejaría de escribir.

Anónimo dijo...

Lugares comunes
Miguel: Claro! nadie escribe (nada) sólo para sí.
¡Felipe González! El poder corrompe siempre, valga el tipicazo topicazo.
Nada es perfecto, nada, pero ¡Claro que Merci, Hollande! Estuve toda la jornada pendiente de las elecciones francesas.
Y también grité Olé Andalucía! la noche del 25 de marzo pasado, porque tal y como había quedado el panorama en las generales fue un soplo de aire fresco.
Mañana hay autonómicas na miña terra ¡ufFFFfff!
Gracias, Miguel, por escribir lo que yo pienso y no puedo escribir o decir abiertamente, sólo mis muy cercanos y de confianza saben de mí, porque hay razones de peso (pesos, duros, pesetas… ¿euros? nómina…) para que siga en el “anominato” ...
Gracias. Merci. No desaparezcas, Miguel.
La perfección no existe, pero personas como tú son muy necesarias, y eso lo digo visceralmente y porque me da la gana, aunque sea otro tópico. Subscribo (como imagino que tanta gente que te sigue) cuanto dices, y comparto tus gustos musicales. Además, lo que dejas entrever sobe tu entorno cercano habla de que tienen mucha suerte.
Firmo: FandeFander (para que sepas quien soy y cuando te descubrí. Desde entonces me asomo a tu mundo cada vez que me conecto, no lo puedo evitar)

MIGUEL ALCEDO dijo...

La verdad y aunque casi nunca digo nada en serio, tengo que reconocer que tu comentario le da sentido a estas páginas.
Será por la falta de costumbre pero estoy como Benedetti en los formales y el frío "y es arduo decir algo que realmente no sobre"
Agradezco cada una de tus palabras y espero, como tú, un mundo donde las personas honestas nos veamos libres. Un abrazo, Miguel