Solo necesito los dos minutos que dura la canción preciosa de Brel para decirle a los directivos de la Ser que otra vez se han equivocado.
Por favor, devolved a Carles Francino a la mañana. No podéis matarme de esta manera. Llevo años levantándome a las siete y escuchando su voz suave, su tono irónico.
Sin él nada es igual. Me levanto de mala gana y no tengo ganas de ir a trabajar. Pepa Bueno no es moneda de cambio para mis mañanas.
Sobrellevé los cambios de carrusel y no me fui a la Cope por Francino.
No tenéis mentalidad de oyente. Cambiáis por cambiar, sin pensar en que jodéis años de fidelidad, hábitos de vida.
El hábito no hace al monje y de ahí mi Letanía por una vuelta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario