viernes, 10 de agosto de 2012

LECCIÓN MAGISTRAL DE ANA LÍTICA SINTE SOBRE LA NECESIDAD, SI, NECEDAD, DE LLAMAR A LAS COSAS POR SU NOMBRE

Hay una corriente de opinión impetuosa para llamar a las cosas por su nombre. ¿Por qué? yo me pregunto. El lenguaje es rico y variado como la fruta del mercado y no tenemos que comer siempre plátano. Cuando yo estaba en la universidad de Dijon como alumna excelente siempre nos ponían plátano en la merienda y de ahí mi calvario convertido en estreñimiento feroz. 
El lenguaje es amplio y un buen uso de él puede ayudarnos a esconder las aviesas intenciones de quien lo usa. Yo a mis conferencias les pongo nombres complejos que faciliten tener participantes. Próximamente daré una conferencia que llevará por nombre "La logística intencionada en los procesos madurativos de la economía moderna" Estoy convencida que vendrán todos los jefes de hacienda y directores de banco de Villarrobledo. Si la conferencia se llamara "Como robar hoy" no vendría nadie. 
En el vídeo que te muestro vienen más ejemplos reales de lo que estoy proponiendo aunque tan vez tamizado con cierta ironía que no logro a entender. Espero que lo entiendas tú y si estás de acuerdo conmigo me harás feliz. 



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