jueves, 23 de agosto de 2012

ENSAYO DE IAN GUAHSON: EL OLOR A FIESTA, A SANGRE, A HIEL Y A ESPAÑA. GUUUUUUUUUUUUUUUUUAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFF

IAN CON LA MIRADA PERDIDA
The smell of holiday, of blood, of gall and of spain. GUUUAAAAFFF. Sí amigos. Así es, queridas. España es un país que muere cada día. Cada fiesta parece que es la última fiesta. Cada comida la última cena. Comer hasta reventar. Beber hasta morir. 
Con estas dos condicionantes tan gordos me encontré la semana pasada en la feria de Malagueña. Unos amigos me habían invitado a Mijas y unos vecinos españoles very nice me llevaron a la feria y me hicieron pasar a los toros en plena melopea. Yo había bebido una copita de un vino de la región que llaman Tartajal o Cartajal, no me remember bien del nombre, y luego otra y luego otra y perdí la cuenta. Este vino entra bien fresquito porque es dulzón pero después te puedes morir. Cuarenta y cinco grados de calor y cuarenta y cinco por ciento de alcohol en sangre es una mezcla explosivité. A todo esto los very nice de los vecinos de mi amigo de Mijas me daban platitos con queso, alitas de polla, boqueronas fritas, todo de lo más digestivo, y unas cosas duras con garbanzos que se llaman... como el no decir las cosas, eso, callo. Primero los comí y después me explicaron de donde venía. Con quién soy a esas horas y adonde voy se conforman las tres in the cuestion que nunca debes preguntar. Con mis quince, veinte o thirty vasos de Tartajal, esas tapas innombrales, el calor y la boca más seca que una esparta, yo me quería ir a dormir la fiesta o la siesta según dicen los vernáculos. Pero el español también es albañil que he leído por aquí y sabes cuando empieza una fiesta pero no cuando la terminan. No sé si me tomaron como mona de feria pero en todas las casetas me hacían bailar y me jaleaban con olés y me llenaban el vaso de Tartajal cuando lo que yo necesitaba era una pinta y una cama.
La crueldad de la fiesta es que te hacen agonizar hasta la extenuación.     The cruelty of the holiday is that they make you agonize up to the exhaustion.
Pero si lo que te he contado hasta ahora te parece un poco salvaje, agárrate las machas. Entre dos bellas señoritas italianas que conocimos me llevaban del brazo y me daban aire con un soplador que aqui llaman como esa forma segura de pagar con tarjeta, eso es, pay pay. Hicimos la entrada a hombros por la puerta de la plaza de toros y como la corrida no era muy fuerte entramos directamente a la parte de sol. Los boquerones querían salir de mi y las callas... mejor me callo. 
Empieza todo muy anacrónico con un paseillo muy digno y unos trajes de luces pero que alumbraban poco con unos pantolones muy estrechillos que marcaban el paquete de tabaco. En España dejan fumar entre toro y toro.
Sale el primero de la tarde. Yo nunca había visto una corrido de toros, solo los toros corriendo por las calles de San Fermín. El torero se pone de rodillas  y yo pensaba en ese momento que era para pedir a la Virgen Santa una buena faena. Todo lo contraria. Es una muestra más de torería y valor, me dicen los amigos de mis amigos que ya son casi mis enemigos. Eso es ponerse a Puerta Guardiola. Ya se levanta el toreador y le da unos pases al toro con una manta amarilla y rosa. La gente aplaude y yo pienso que por fin me puedo ir a casa. Todo lo contrario. De allí no se mueve nadie.
Y ahora empieza un espectáculo un poco fuerte para contar porque poco a poco van quitando fuerzas al pobre toro de manera lamentable. Primero le ponen unos pinchos en el lomo que si me lo hicieran a mi me dolería bastante. Mi consejo más práctico en esta vida cuando voy a hacer una vileza es no hagas a los demás, aunque sea toro, lo que no te gustaría.   Do not do to the others what to you not you gustaria.
Sin tiempo a curar al animal ni ponerle unas gasas como hubiera hecho cualquiera, la gente aplaude al barrendillero y en eso que suena otra trompeta como si estuvieras en el juicio final y sale un señor mayor y obeso con un caballo debajo y una lanza bajo el brazo. ¡Cómo ha engordado D. Quijote! Since gift has fattened cuisse! Por lo visto, me aclaran, no es don quijote sino la suerte de las isobaras. El toro acude y en la distancia cobarde lo pincha. Es como si un enfermero te tirara la inyección como una jabalina. 
- Bueno, ya he visto bastante sangre por hoy. Good, already I have seen blood enough per today. Y hago como para levantarme porque el menudo ese que comí me estaba poniendo gordo. Menudo y gordo. Los españoles son parados jicos.
- ¡No hombre! Siéntate. Ahora viene lo mejón. Ahora le hacen unos pases que se llaman chicuelinas, natural, pase de pecho.
- Yo esto no le veo natural y a mi un pase de pecho que me lo dé la italiana que viene conmigo, que por cierto tenía la misma cara de malas circunstancias que yo.
Y como eran españoles y se ríen de todo pues se pensaron que yo hablaba en bromo y dijeron que yo tenía mucho humor de flema inglesa. Pues le da al toro unas vueltas de aquí para allá, el pobre animal sangrando, la lengua fuera y yo me sentía un poco toro. 
A esto que saca el toreador de la capa roja una espada larga y la cambia por otra. Se quita el sombrero ese ridículo que parece el teléfono de mi abuela y lo tira y como cayó bocarriba pues el toreador le dio la vuelta, imagino que para que nadie le echara unos eurillos que los toreadores tienen mucho dinero.
Pues mira el toreador al toro y lo apunta con una espada. Se va al toro, cabizbajo y moribundo, y le clava media espada. A todo esto el toro sangraba por la boca. Yo es que entre mi digestión, mi indigestión y mi sugestión me sentía toro. Era yo el que sangraba. Me dolía la espalda como una vez que me operaron y en la anestesia me querían poner la epidural y no daban con la tecla. Era  un quirófano y lo pasé mal, imagina el animal. 
A todo esto el animal agonizando cae al suelo y para rematar la desventura le clavan un pincho. El público se levanta y saca un pañuelo. Me explican que están pidiendo las orejas del toro. Esto es increible. This is incredible.
Me levanto para irme pensando que todo ha terminado y me dicen que no, que son seis toros.
- ¿Seis veces este atentado a la vida?
Y entonces los españoles que se ríen de todo, se rieron pensando que yo era muy simpático. Y entonces miré a la italiana y ella me miró y comprendí que en sus ojos había más amor que todo el que sumaban en aquella temible plaza. Le extendí mi brazo y ella lo aceptó. Me llevó a su apartamento y allí pasé una de mis mejores noches de mi vida: bebí dos litros de agua y dormí en el sofá más de catorce horas.
  
No hubo nada entre nosotros pero si el comienzo de una bonita amistad. En septiembre irá a verla a Italia y tengo una foto suya que cuando ella me autorice ten enseñaré.



4 comentarios:

Anónimo dijo...

Non mai.
Disgraziato! Infelice!
Io pensato che tu vinieri a la mía casa per fare l'amoer con me....ma que cosa !!!!!!!
Io stuve tre giorni sacandi garbanchinis del mio sofáre.
Io spero che ce te sequi la menta!
Arrivederci amore.

LA TUA ITALIANA.

MIGUEL ALCEDO dijo...

No te enfades, Rafaela.
Tú sabes que explota me explota me explo mi corazón

Anónimo dijo...

I'm very lost. Lost ierto es que no menterou de lo que pasa en este blog. Y es que esto es Blogger, y aquí hay que mamar.

Unknown dijo...

Genial. Yes de yes. Es así. Se trata de estar leyendo unos treinta o cincuenta minutos, pasárselo relativamente bien y llegar a la conclusión de que no has entendío un carajo.
Que pá entendío ya está er primo del majara este.
Congratulaition.