domingo, 8 de julio de 2012

ENSAYO DE IAN GUAHSON SOBRE LOS SANFERMINES

Nunca me pude imaginar lo difícil que era correr sin tener todos tus sentidos o tenerlos de dos en dos, lo cual tampoco es bueno. Esta mañana a las ocho te juro que veía doble. Dos Pamplonas me esperaban, dos calles de Estafeta y un montón de cuernos. Principalmente he sentido los de un tal Navajito Plateado que me ha llevado por la calle de La Amargura.
Verme en el suelo en pleno éxtasis de las ocho pastillas que me dieron a las cinco de la mañana me ha provocado una gran angustia testicular y una cargada extra de andrenalina.
Mi visión de los toros ha cambiado, vistos desde abajo tienen unos testículos prominentes y no seré yo, a partir de ahora, el que quiera echarles huevo, como decís en España. De todas las fiestas de España ésta es la más viril, pero el riesgo de perder esa idiosincrasia masculina es muy alta. En cuanto me recupere en el hospital vuelvo a Londres a preparar los huevos olímpicos, perdón, los juegos. No sé en que estaría pensando.
Y hoy han cogío a un inglés, pero mañana seguro que cogen a dos. Ya verás.

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