lunes, 19 de marzo de 2012

EL ENTENDÍO: CRÓNICA DE ENSAYO Y ERRÓ DE LA MEDICINA CUANDO TE METE LOS DEOS EN LA BOCA.

Pó eso. Como no podía expectorar convenientemente ha venido el médico a mi casa. Y digo yo que la profesión de doctor será mú aloable y mú de alabar pero sin hacer sangrías. Porque pá quearte peor que estabas mejón quearte como estabas primeramente.
Un suponé. Yo no puedo tosé. Viene er médico a mi casa, me mete dos deos por la boca y me dice que estoy mú mal, pero se va y me deja sin podé tosé y con mal sabor de boca. ¡A sabé donde había metío los deos!
¿Y esa es la función de un galeno?¿Y ese es el juramento hipocondríaco?
No tendría que haber profesiones a la contra. Un maestro que no enseña, un abogao que solo busca pleítos, un médico que te pone malo, un cura que no confiesa sus dudas, un guardia civil incivilizado preocupado solo por la murta, un defensor del pueblo maltratador.
La vida ya tiene de por si la suficiente congoja pá complicarla con saltimbanquis que hacen de su profesión una incongruencia plena. Y lo más peor de algunas profesiones que cuanto más inuti es un tío más se afana en demostrarte que posee la razón y se construye un burladero a su alrededó. Lo único malo es que tú no eres un toro y que el burladero si lo es en el doble sentido de la palabra.
¿Y pá que quiero un burladero sin toro? Pó esa es la pregunta.



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