jueves, 9 de febrero de 2012

LA POLE ES PEQUEÑA: DEJEMOS LA POLÉ... MICA

La polé  mica o la pole petit.
Han suspendido a Contador y los franceses se divierten. ¿Y...?
No veo nada extraño. Pero cuanta más importancia se le dé al asunto más se van a reír ellos. Es como cuando un niño chico se mosquea. Y para sacar punta a algo nada mejor que un francés, dicho sea sin el menor doble sentido que yo siempre escribo en sentido recto ¿o erecto?
Estábamos de viaje por Alemania y jugando un rato con mis hijos en un parque de Berlín nos invitaron unos chicos franceses a jugar un partido. Cuatro alemanes, mi hijo Lucas y yo le dimos tal palizón que se pillaron un rebote tremendo. Especialmente porque cada vez que se cambiaba alguno se fumaba un canuto de hierba, y no era césped. Seguro.
He estado de viaje por Francia y el carácter francés no es el de sacrificio y esfuerzo, es más bien relajado. No sé si con la ayuda de sustancias estupefacientes. Los éxitos, de hace años, eran fruto de antiguas colonias: zuzu argelina, noah congoleña y poco más. Que en eso los franceses son como los americanos: se apropian de todo.
La misma esencia francesa nace en la libertad, fraternidad e igualdad. No dice nada de pelear ni de sufrir ni de luchar. El deporte no lo sienten con la intensidad de los españoles o italianos. Y no me parece mal.
A España siempre nos miran desde arriba y cualquier cosa buena les sirve pá enfadarse. Cualquier cosa mala les sirve de cachondeo. Comprender el trabajo de La Masía o del arraigo del deporte aquí no les interesa.
Pero humor tienen. La imagen de la Giaconda es buena. Los muñecos de Canal Plus son graciosos. Que se rían, correr no saben.
Por cierto, siempre me han acusado de afrancesado, Ya ves, donde esté la española ni comparación.
Por lo menos la tortilla.

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