Fíjate si me ha llegao hondo EL SUEÑO DEL CELTA, de VARGAS LLOSA, que una extraña corriente nacionalista ha brotado en mi. Será EL SUEÑO DE LOS IDEALES QUE NO QUIERE DUCADOS Y NO BUSCA RECORD, nacido un poco de tanta imposición, tanto papanatismo, tanto cretino y tanto materialismo general de esta ANDALUCÍA nuestra, aunque cada vez menos.
SOY ANDALUZ en mayúsculas pero como dice EL ÚLTIMO "MI PATRIA EN MIS ZAPATOS". Nunca he querido defender un andalucismo feroz. Los andaluces preferimos ser ciudadanos del mundo y conquistar a nuestros conquistadores. Menuda pamplina visto lo visto.
Porque tantos años de subvenciones y analfabetismo televisivo nos lleva a que los dominadores son un sistema absolutamente yanqui que ha pisoteado nuestra forma de ser, nuestro equilibrio, nuestro sentido común.
Hoy por hoy ya no ves a viejos que tal vez no sabían leer pero eran sabios. Hoy ves mucha gente malhumorada y estresada que lucha por lo material, esa paguita, ese dinero extra, extra. Y un pueblo que vive sin sueños, angustiado con las dificultades económicas, con las condiciones de vida, con el miedo a perder lo poquito "conquistado", que ha cambiado una cultura ancestral por la estupidez momentánea que perdura eternamente.
CARLOS CANO murió en el año 2000 y ya hace 11 años se vislumbraba en sus palabras este toque de amargura, de hastío político y social y cultural y monumental. Nos han vendido una moto estropeada que no va. EL PODER se las ha arreglado para quitarnos sin enterarnos la esencia de lo andaluz y ya, como decía Victor Jara, no somos ná, ni chicha ni limoná. Nos importa un comino todo con tal de que no me falte mi paguita y mi canár zur.
VIVA ANDALUCÍA LIBRE, al menos de americanismos y propinas y subvenciones y otras miserias. Porque también hay MISERIA MENTAL.
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