PARÁBOLA DEL CAMELO, EL KAMELO Y EL CAMELLO.

Para bolas... las del cura. No, en serio.

El otro día me dieron a entender que la parábola de la aguja y el camello que se mete por el ojo es una mala traducción de camello -te jorobas- y kamelo -cuerda-. O parecido.
Así que mi vecina que se sentaba en el segundo banco de la iglesia y en el primer sueño del sermón se imaginaba un camello saltando obstáculos que se metía por el ojo de una aguja y se llevaba tremendo topetazo que le hacía incluso llevar la cabeza hacia atrás, estaba equivocada, engañada o manipulada

Pero bueno, con el cabezazo del camello contra el agujerito se despertaba.
Y es que kamelo es la traducción de camello /// cuerda gruesa.
AAAAAAhhhhhhhhhhhhhhhhhh. Eso ya tiene otro sentido o más sentido. Ahora ya te ves a tu tía que ve menos que una pulga metía en manteca intentando ensartar la aguja con una soga.
Y ahora la reflexión ¿cuántas traducciones libres de los cronistas manipuladores, inventores o fabulistas habrá detrás de los hechos calificados como SANTAS ESCRITURAS.
Detrás de las interpretaciones de celibato, sexo si, sexo no, frustraciones, persecuciones, hogueras, higos y brevas, inquisiciones, hay muchos intereses y fanatismos de señores que predicaban a y hacían b o viceversa mejor: hacían decir BEEEE y ellos hacían A.
Y entonces llegamos al CAMELO. Dícese de la fabulación con que engañas a otro. La historia es sencilla: basándose en el miedo ancestral que todo ser humano tiene a la muerte y a lo desconocido, unos artistas de la retórica y el palabreo crean unas normas de actuación muy a su conveniencia: el dinero es malo pero dejamelo a mi cuando te mueras, el sexo sólo si es para procrear pero mira que monaguillo más mono

Mujeres no, no sea que piensen. Y muchos ejemplos más.
Inspirados en la doctrina de Jesucristo, mezclan fechas, datos e interpretaciones, agitan con parábolas de doble y triple sentido y ... sírvase frío. El camelo está servido y todos tomamos y bebemos de él porque está en lo más hondo de nuestra esencia. De pequeño te dicen lo que está bien y lo que está mal, te hablan del cielo y del infierno y de los tres reyes magos y los camellos que a lo mejor fue uno, te preparan cuatro salmos y dos canciones -simples y directas- y se enseña al hombre y a la mujer que la hipocresía es el mejor camino para llegar al cielo. SEGUROS OCASO. SEGUROS ACASO. Por si Acaso hay algo Usted pórtese bien y siga nuestro camino, nuestra verdad. Su Vida no vale la pena porque hay otro Más Allá que sin duda es el bueno.

Hay un último kamello, tal vez deskonocido en la époka, que es un kinki ke trafika con sustancias estupefacientes o sustancias que te llevan también al Más Allá.

Decia Karl Marx algo de religión y de opio del pueblo. A lo mejor están relacionados los cuatro camellos ¿o camelos? No sé. No me importa. No discuto sobre Dios que en cualquier caso no tiene culpa del negocio que se ha planteado en su nombre.
Tampoco discuto pero me fastidian los camellos que venden fe como sustancia estupidofehacientes aunque ellos no consuman. Como el San Manuel Bueno, Mártir, de Unamuno y tantos otros. Por no hablar de las vocaciones estomacales.
Hay un poema muy bueno de León Felipe que se llama precisamente LA DOCTRINA que explica en verso todo lo que yo no he sabido explicar en prosa


Había un hombre que tenía una doctrina.

Una doctrina que llevaba en el pecho(junto al pecho, no dentro del pecho),

una doctrina escrita que guardaba en el bolsillo interno del chaleco.

Y la doctrina creció.

Y tuvo que meterla en un arca, en un arca como la del Viejo Testamento.

Y el arca creció.

Y tuvo que llevarla a una casa muy grande. Entonces nació el templo.

Y el templo creció.

Y se comió al arca, al hombre y a la doctrina escrita que guardaba en el bolsillo interno del chaleco.

Luego vino otro hombre que dijo:

El que tenga una doctrina que se la coma, antes de que se la coma el templo; que la vierta, que la disuelva en su sangre, que la haga carne de su cuerpo... y que su cuerpo sea bolsillo, arca y templo.