domingo, 26 de abril de 2009

JORNADAS DE DIRECTORES EN GRANADA: NADA DE NADA

El 23 y 24 de abril se han realizado unas jornadas para directores de infantil y primaria pero la movida política y cambios generales ha producido un vacio general.

Nada de nada o más de lo mismo.
La fórmula usada para llenar el tiempo ha sido la habitual: yo como ponente tengo poco que decir, pues habla tú. Cuando las personas tenemos oportunidad de hablar, lloramos. Eso ha sido así en agricultores, albañiles o estudiantes: pues que mal estoy, esto es lo peor, etc. Con los directores y directoras no iba a ser menos: que si la carga burocrática, que si patatin que si patatan a la vera vera vera de San Juan. Humanos somos y comprensible es.
Lo que ya no me resulta lógico es escuchar a viscerales incongruentes como un chico o señor que hacía bandera de todas sus pequeñas miserias y utilizaba el micrófono como arma arrojadiza. La nueva posibilidad de acceder a la Dirección de un centro viniendo de donde se venga plantea algunos inconvenientes. Pero especialmente la incomprensión y el más de lo mismo.
Y es que terminamos haciendo lo que tanto coraje nos da que hagan con nosotros. Preguntas cómo "¿para cuando una evaluación para los profesores?" y expresiones como tenemos que estar todo el día arreando el burro (o a los burros) muestra claramente que en el artículo de hace una semana sobre el poder sigue siendo exactamente igual. Si nos estamos rebelando contra tanto trabajo no debemos cargar con más trabajo, más formación, más horas, a los compañeros y compañeras que, entre otras cosas, se han quedado con tus niños /as mientras nosotros aistiamos a unas jornadas.

Recuerdo siempre ese calendario partido en dos. En uno se ve al jefe sujetando una tabla y arriba todos sus trabajadores. Era la opinión del jefe. En la otra parte están los trabajadores aguantando una tabla con el jefe subido. Era la opinión de los trabajadores.
Ponerse en el lugar y ser crítico pero especialmente autocrítico es lo único que nos salva de la estupidez. Pero algunos no tienen sentido crítico, pero algunos no tienen sentido, pero algunos... "Me voy a callá" que decían los enteraos.

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