Cae fuego en lugar de maná. Cae un avión con 150 personas. En mi ánimo 150 puñaladas. Me veía en todas las víctimas. Me veía padre de los 16 estudiantes que hicieron intercambio. Me veía viajando con familia. Me duele la llamada o tantos tiempos muertos que quedan. Me hiere la angustia.
Y conocer dos días después que fue la perturbación de un perturbado la que ha provocado tanto dolor me hace dudar aún más del ser humano, de la sociedad que persigue lo innecasario y facilita la estupidez.
El terror que producen las uñas cuando se clavan en el aire. Cierto que la estupidez que posee una peligrosa capacidad para tomarse asi mismo en serio salvajemente asesina.
Y la muerte que siempre me lleva a Lluis Llach me acerca esta cami cap al nou cant. La muerte y la esperanza.
Qué dirán los dioses
si detenemos nuestros pasos
o creemos que es posible contentarse
con lo poco que hemos avanzado.
Nos dirán: miserable aquel desdichado
desprovisto de la humildad del constante empezar.ad
Ay de quien no tiene más mañana que el hoy,
y no cobra nuevo aliento para cruzar más lejos.
El viento trae acordes,
hay que aprender sus sonidos,
convertir cada nota en un paso
del camino que lleva al nuevo canto.
si detenemos nuestros pasos
o creemos que es posible contentarse
con lo poco que hemos avanzado.
Nos dirán: miserable aquel desdichado
desprovisto de la humildad del constante empezar.ad
Ay de quien no tiene más mañana que el hoy,
y no cobra nuevo aliento para cruzar más lejos.
El viento trae acordes,
hay que aprender sus sonidos,
convertir cada nota en un paso
del camino que lleva al nuevo canto.
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