lunes, 9 de junio de 2014

UNA CURA... QUE NO UN CURA

En la vida hay que hacer cosas agradables
y otras que resultan más duras.
Así que me he puesto mascarilla y gorro
que es buen tiempo para hacerme una cura.
Una cura a mi carácter socarrón
porque necesita una cura de espanto.
Espanto que aún me provoca
la gente que me exige tanto.
Una cura directa sin anestesia
para recuperar toda mi humildad
porque a veces creo que detrás
aparecen algunas sombras de vanidad.
Una cura para una vida sana y alegre
que me hagan huir de tanto muermo.
Mucha gente sana a tu alrededor
parecen y perecen y no están enfermos.
Una cura para disfrutar en la tierra
porque aquí está la verdadera salvación.
Lástima que nos contaminen con incienso
los profetas y provechaos de la religión.
Una cura para vivir con alegría,
una cura para vivir en la locura
de descubrir que en lo natural
está el buen sermón y  no en el cura.

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