sábado, 27 de diciembre de 2014

EL ENTENDÍO Y ER CASIANO: CRÓNICA DE ENSAYO Y ERRÓ PARA TENER UN PRÓXIMO AÑO MÁS PROSPERO CON POROMPOMPERO


ER CASIANO VIENDO LAS NOTICIAS
La verdá la verdá es que tenemos unos tiempos mú complicaos pá decirte como te puede ir bien el año que viene, tó er mundo parece que sabe de tó y naide se sorprende ante ná pero en verdá semos cada día más torpes.
Porque antiguamente teníamos una radio pequeñilla pá enterarnos de las cosas y parecía como el de la radio nos la daba con queso y nos creíamos lo que aquel hombre decía.  Hoy no, hoy hay muchas cadenas de radio, muchas televisiones y unas redes sociales que son la leche porque pasa una cosa en Argentina y a los dos minutos ya lo sabe er mundo entero.
Recuerdo a mi padre cuando decía que cuando podía no tenía y cuando tenía no podía, no sé si se refería exactamente a la comida o a sus relaciones sentimentales. Y es mú gráfico el cartelico del abuelo diciendo que ahora que sabe mucho nadie le pregunta. La vida está hecha de capas contratacantes.
Con la información pasa lo mismo, tenemos tanta que a veces tenemos menos que cuando no  solo había una. No tenemos nada y estamos más preocupaos por dar nuestra opinión que por saber ca pasao. En mis tres meses de meditación también había un poco de eso. Ahora paece que todos semos parientes, que agregas a un amigo en facebu y ya tienes cinco mil seiscientos doce amigos.  ¡Ojú que de muchos! Pero pídeles a esos amigos que te presten 50 euros, verás como te quedas con 50 0 60 menos. Me doy cuenta que por mucha gente que tengamos alrededor lo mejón de lo mejón es confía en los más cercanos, la fiebre no es güena aunque mate bichitos que te se pué subir demasiao y acaba contigo.
Estaba yo dándole vuertas a estas cosas cuando ha llegao er Casiano de echarle de comé a los marranos cuando ha visto la foto de la chica triste en el balcón y ma dicho que le recordaba a su gata por la mañana cuando sasoma por la ventana, sarta a la cama y remolonea pá que le eche un poquillo de leche o las espinas de las sardinas de la cena anterió. Y decía er Casiano con mucho sentimiento:
- Los días que no venía eran días raros.

 Y tar vé sea eso, no se trata de añadí, de tené, de esclavizarnos con las cosas sino darle vida a lo que nos rodea. Una alegría, una risa, una broma, una caricia. Ay, que mestoy poniendo tienno.

No hay comentarios: