martes, 3 de junio de 2014

CHAQUE JOUR UNE CHANSON. VICTOR LEMES Y EL PETRÓLEO DEL MINISTRO SORIA.

No hace más de cuatro días se celebró el Día de Canarias. Y desde ese 30 de mayo me vengo acordando de esa preciosa tierra donde viví siete hermosos años. Y no como godo, precisamente.
No fui a conquistar ni a vivir bien. Viví en las islas menores y muy menores: dos años en la Graciosa, uno en Lanzarote y cuatro en El Hierro. Del 84 al 91. Aquellos maravillosos años.
Estaba montando a Brassens pero también a Serrat, Aute y Sabandeños. El disco de Sabandeños es una maravilla y empieza con la canción de ELFIDIO ALONSO, LLAMADME GUANCHE.
En el otro lado, la península, se empeñan en perfumarse con una colonia que no es tal. CANARIAS NO ES UNA COLONIA. Canarias son siete islas únicas que no quieren pensar con la estupidez liberal capitalista que marcan desde Madrid. Al canario no le hables de riquezas, de progreso buscando petróleo y modificando ecosistemas. NO. Los canarios saben que el tiempo y el progreso están intimamente ligados porque hay que darle tiempo al progreso. Canarias no es Panamá ni corren en busca de EL DORADO. Lo aprendí, tarde, cuando estaba en La Graciosa. Al principio creí, que cantaba Pablo, que un día el tiempo modificaría la forma de vivir de sus habitantes.  Mis principios allí fueron muy duros, era el año 84 y yo creía haber retrocedido 30 años. No había carreteras, no teníamos casa. Una triste radio dedicaba canciones en un programa añejo: LANZAROTE VA DE RONDA.
Pero después me fui a EL HIERRO y comprendí que las bases, que las prisas, que las modernidades MATAN.
Que el canario prefiere hacer su vino como siempre, su queso como siempre. No es dar la espalda al futuro, es apostar por un futuro más sostenible, más lógico, más parecido a lo que CÉSAR MANRIQUE O SARAMAGO querían para Lanzarote pero también para el mundo en general. Leer LA CAVERNA.
Un imbécil como yo puso un cartel en el salón de su casa que rezaba "Y A TODOS LOS GRACIOSEROS FELIZ 1886" Lo decía desde la burla sarcástica y hoy me arrepiento. Fui un idiota.
Todo esto viene a cuento hoy porque han autorizado hacer agujericos para buscar oro negro. Victor Lemes, ese cachondo mental que todo lo transforma a letra de carnaval, ha cambiado el GLORIA por el SORIA, ministro de la cosa, y la canción no tiene desperdicio. El desperdicio está en los que nos gobiernan.


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