Cuando todo va bien se dice entonces que han cuadrado las cosas. Evitamos la elipsis, la curva, la emoción y aplicamos las matemáticas puras y duras, la línea recta, la medida exacta.
Hace un mes empecé a organizar con muchas personas una actividad cargada de interrogantes por aquello de las vueltas que da la vida. Queríamos hacer un gran encuentro que encajara con la visita de seis países de un proyecto del cole.
Remo, encargado de Intermon, ofreció actuaciones de grupos y academias de baile que han estado sobresaliente. Las niñas del colegio han ensayado con Chano y otras madres para cantar. Los chavales han sido embajadores de Intermon para ayudar a Syria. Voluntarios de Intermon han convertido el cole en una feria con sus carritos y talleres de comercio justo. JAUJA ha puesto los globos, el pintacara y Rut y Lupe viendo que en la cocina estábamos hasta arriba se han venido a ayudar. Los profes también corrieron a echar una mano y preparar montaditos cuando vieron síntomas de desbordamiento. Alejandro presentó con humor. Los padres llevaron la barra y Miguel fue un héroe consiguiendo barras y neveras en fechas tan complicadas porque hay ferias por medio mundo y otro Miguel se volcó 15 horas de trabajo ininterrumpidas. Dos niños ayudaron de manera inimaginable. Las trabajadoras de cocina echaron una mano dejando todo marcado y preparado. Y llegó Yordi y alivió la cocina dando vuelta a ochenta tortillones. Y Tamara con su hija pequeña con 700 montaditos a la vez. Todo el mundo echando una mano, todo el mundo poniendo parte de sí. Personas que vinieron de Guadalcacín, de Sevilla, de todas partes. DOS MIL personas unidas para disfrutar, para sacar una idea adelante.
Después recoger. Después devolver al colegio su imagen habitual como si nada hubiera pasado. Pero pasó mucho.
Yo, que habitualmente paso mucho, no quiero que pase este día sin hacer una reseña con realidades y nombres. Yo, que normalmente desfiguro la realidad para no comérmela en crudo porque entiendo que el absurdo de este mundo no le entiende ni el Entendio, por simple que lo ponga todo, hoy exclamo el VIVA LA GENTE. Porque la sensatez, sentido común y bondad que tienen la mayoría de las personas tendría que ser lo que gobernara el mundo. No quiero terminar esta carta... como canta el Carlos en Viva la Grasia, terminar con triunfalismo alguno porque la bofetá viene detrás y hay cosas que no me gustaron. Pero que verdad es aquello de con tu puedo y con mi quiero vamos juntos compañero. Que verdad es que cuando cada uno ponemos un poquito LA NAVE VA. Excusas y pegas es lo que casi siempre nos sobra.
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