domingo, 26 de enero de 2014

CRÓNICA POLÍTICA DE JOSÉ SO NETO PEREIRA SOBRE EL CAPITALISMO Y LAS NUEVAS FORMAS DE EXPLOTACIÓN.



El ser humano es imbécil por naturaleza (Rousseau decía bueno y las abuelas que al bueno lo llaman tonto). Si retrocediéramos al hombre primitivo buscándose él solito el filete de dinosaurio y comiéndoselo crudo, allí no había enjuagues.
Pero a partir de ahí aparece él listo de turno que se aprovecha de la buena fe (o de la imbecilidad) y empieza a organizar:
- Esto es mejor montar un restaurante. Tú cazas, tú lo preparas, tú friegas los platos. Bueno, esto es un anacronismo que no había platos, pero supongo que entiendes la idea. 
Al final todos trabajan menos uno que es quien se lleva el beneficio.  Y aún peor, se inventan colores de sangre y habrá personas de sangre azul, nobles, condes...
Y plebeyos, muchos plebeyos (los imbéciles del principio)
Evidentemente tienen que ser muy pocos los que estén arriba, si estuviéramos todos la pirámide del capital no aguantaría el peso... ni tendría gracia alguna para los poderosos. Porque los poderosos no desean compartir, en el capital va un toque de distinción y exclusividad.
La producción en cadena y la revolución industrial favoreció aún más ese estar trabajando para enriquecer a otros y aunque a principios del siglo XX el comunismo apareció como antagonista al capitalismo, ambos sistemas terminaron en solo uno, porque en cualquier sistema siempre hay alguien que está arriba, que maneja. El poder es de derechas, decía Leo Ferre. Esta semana ha sido noticia, censurada en China además, que los peces gordos del partido comunista tenían en paraísos fiscales grandes cantidades de dinero. Es el capital, es la ambición. Es estar arriba como nos dejó bien claro Orwell en Rebelión en la Granja.  La sutileza del poder estriba en dejar migajas en el camino para que todos los imbéciles aspiremos el olor, los deseos y sensaciones del tener.
Con la visión de un intelectual sabio, mi paisano José Saramago trató este tema en la taberna, pero fue tachado de pesimista y de aburrido. Hasta escritores como Mendoza se burlaban de él en sus divertidos libros que solo buscan dinero y entretenimiento barato. O la Santa Iglesia Católica Apostólica y Romana que cuando murió dijo lo que dijo. La parábola de Saramago en La Caverna era de una familia que trabajaba en la cerámica y tenía lo necesario para vivir. Fue entregarse al capital, un gran almacén que le prometió el oro porque comprarían vasijas hasta los moros, cuando el sistema se los tragó.

Y hoy aún más vemos como el capital se lo reparten muy pocos. La globalización y las nuevas tecnologías facilitan que los imbéciles trabajemos por muy poco y los de arriba se enriquezcan a lo grande. Las grandes multinacionales se hacen de oro y manejan como quieren este mundo y hasta el otro. Un ejemplo lo tenemos en el canal de vídeos donde millones de personas por altruismo o un tanto de vanidad, ofrecen de forma gratuita su trabajo. Viven de nosotros, como Facebook, pero nos imponen sus normas o nos castigan. Se han encontrado contenidos de tercero. ¡Qué hipocresía! ¿Qué querías encontrar? ¿CHURROS CON CHOCOLATE? EL 99% DE   LOS VÍDEOS TIENE CONTENIDOS DE TERCERO!!!
Hoy no quiero terminar con un soneto. Yo también me contradigo y por eso quiero terminar con un gran vídeo que nos habla de el sistema, el capitalismo, y el estado. Como funciona y nos explota.

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