viernes, 1 de febrero de 2013

¿NACERÁ UNA NUEVA VIDA?

En este agitado mundo
me encontré, en mi interior, con mi destino.
Llamó a mi puerta y reafirmó
la realidad irrevocable de mi sino.


He asumido, no sin antes rebelarme,
lo que irremisiblemente ya está escrito.

Aceptaré como hecho consumado,
la suerte que me espera
y confío en quienes juegan su papel
y ejercen responsables su tarea
para reparar mi maltrecho cuerpo herido.

No envidio a quienes gozan de salud,
cada cual recorrerá su camino, 
previsto, desde antaño,
en la historia de sus vidas
para, al final, llegar a su destino.

Mi existencia transcurrió por buen camino
y, a pesar de mi experiencia de momentos no queridos, 
agradezco las caricias de la vida.

Gocé de privilegios que a otra gente se negaron,
injusta realidad, triste designio.

En este trance personal, 
en que me enfrento al sufrimiento,
pienso con profunda honestidad
que mi vida no vale más
que la de tantos seres abocados
a una existencia cargada de desesperación y de infortunio.

Deseo que algún día no lejano,
se supere la injusticia que atenaza a nuestro mundo,
y renazca una savia que renueve
nuestros seres mezquinos ya marchitos.

Estepona, 18 de Agosto de 2011.

(Salvador Garrido)

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