sábado, 15 de junio de 2013

LECCIÓN MAGISTRAL DE ANA LÍTICA SINTE SOBRE EL SER HUMANO Y SU MALDAD INTRÍNSECA Y NO TAN SECA. CRÓNICA DE UN ARREPENTIMIENTO.

Dijon, 1970. Aquella universidad donde fui alumna becada por ser alumna  excelente. Lo tenía todo. Belleza, cuerpo e inteligencia. Pero el ser humano, la sera humana que decimos los que parlamos italiano, siempre tiene ese punto de ingravidez, de disconformidad. Recuerdo que una compañera se pavoneaba con los chicos y con las chicas de forma ruin, que decimos en Arguineguín. Un día la invité a una fiesta de camisetas mojadas y puse sobre la puerta entreabierta una bolsa con un kilo de harina. Le dije que pasara sin llamar. Ella desplazó la muerta con suavidad y la harina cayó sobre su cabeza y su camiseta empapada. Sus lágrimas hacían aún más bello su rostro porque entendió toda la maldad de mi fechoría, toda la envidia que su cuerpo me provocaba. El ser humano, la sera humana, es una mezcla extraña de lujuria e ira, de placer y reproche, de sensualidad y canibalismo. Aquella noche yo fui ira, reproche y canibalismo. No lo tenía todo. Ni belleza, ni cuerpo, ni inteligencia.
Hoy, 43 años después, me arrepiento de ese sentimiento y no te miento si te digo que aún sueño con su cuerpo empapado con la camiseta.
La harina la tendría que haber guardado para hacer pestiños.

No hay comentarios: