lunes, 6 de mayo de 2013

UN BOTO DE CONFIANZA

Conocerás el dicho. A los 20 te gustan todas y sobre todo la tuya. A los 40 todas menos la tuya. Lo cierto y mi verdad es que mi mujer soportó estoicamente algunos devaneos con vecinas de mi bloque pero un día se cansó de mí.
Yo le pedí un boto de confianza.
Su bondad y los seis niños que tenemos en común me lo concedieron. Pero la tentación vivía arriba. La vecina del tercero se hacía la encontradiza y yo sabía que un día me iba  a encontrar. Lo malo fue que mi mujer también nos encontró. Fue un boto de confianza en toa la boca.

No hay comentarios: