lunes, 8 de abril de 2013

EL ENTENDIO Y ER CASIANO: CRÓNICA DE ENSAYO Y ERRÓ DE UN VIAJE POR ITALIA Y LOS PIZZATONES QUE TE DAN CON LA BOTA MARDITA

CASIANO ASOMBRAO CON
 LOS PRECIOS ESCUPE FACTO
Lo primero cai que decí es que lo pasamos mú bien, que no semos un cenizo como er ciezo de mi primo questá tó er día llorando. Er Casiano le quitaba la gorra ar Juan Carlos cá vez que argo le parecía caro y estuvo tó er viaje con la gorra puesta. Porque los viajes san convertió en rutas astronómicas por lo que te clavan en cuarquier comía. Nos dijo la Rafaela que lo más barato era las pizzas y las tractoria, pero enseguía er Casiano dijo que él no pensaba comé en un tractó. Pero si vas a Italia te cobran por tó. Er Casiano enviendo la carta se fue a lo más barato y pidió "Un coperto"
- Ezo tiene questá mú güeno y solo vale dos euros. Entonces la Rafaela le tuvo que explicá que en Italia se cobraba por el cubierto. Er Casiano puso er grito en el cielo y desde entonces no ha parao de llové.
-¡Yo no quiero cubierto! Yo como con los deos.
Menos má que la Rafaela se impuso hecha una fiera y dijo que en los viajes no había que sé roñica y que pagábamos a escote. Yo no sé lo que er Casiano entendió pero se quedó más tranquilo y se quedó toda la tarde mirándole las tetas a la Rafaela que hasta el Juan Carlos le tuvo que decí "mi niño, mira pá otro lao, que se las va a gastá" Ar finá entramos en un menú tó por veinte euros y como los italianos son así de fulleros, la cerveza iba aparte y salió la broma por un güevo. Ar día siguiente fue más peó porque no quería comé y pidió una pizza margarita de 9 euros con agua de la casa y el agua en Venecia sabe a barro cocío y la pizza es una torta de pan con muchalela por lo harto que no harta ná.
 Ibamos por Venecia y er Casiano se compró una máscara de 0,50 y robaba por los supermercaos pensando que así no lo iban a reconocé y tó lo contrario, escuchabas por detrás tuya "idiotispagnoli" La verdá es que nos tienen bastante tirria, se ve que el cuatro a cero no lo han masticao. Y ar momento otra vez a pará a comé o a meá, que dicen los finos.
Menos má que por el camino nos iba contando chistes de lo que le pasaba:
- Y me pregunta er camarero que como encontré el salmón. ¡Pó de milagro, debajo de una hojita de ensalá! Y güeno, entró a lavarse las manos que le dijo la Rafaela que le olían a tigre y ar finá salió diciendo que el lavabo estaba estropeao que no tenía agua. ¡¡Y es que en Italia los lavabos tienen pedales!!

- ¿Y eso pá qué lo hacéis, Rafaela? le preguntó er Casiano. ¿Pá acelerá o pá qué?
- Rafaela no podía pará de reirse, aunque man dicho en er pueblo que por lo visto no ha dicho ná bueno de nosotros. Será desagradecía, con lo que sa reío de nosotros.
En cuanto pueda te cuento más, que er Casiano sa portao, es un decí, quiero decí ca hecho er paleto más de lo normá.



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