A mi Pontiac le estaban haciendo la vida imposible. Es duro para un coche llegar a la mayoría de edad o los 18. Así que lo he cambiado. En el concesionario no hay secretos de confesión y la chica alucinaba al ver que todavía llevábamos cintas de cassette.
El nuevo coche es una maravilla de la moderniá: tiene el blue tó. Todo en azul, hablas, escuchas música, hablas por teléfono. Alucinante, en serio.
Lo mejor ha sido que viajando pá Graná con Luca hemos podido oír música diferente. Y lo mejor de todo: nos hemos reído muchísimo.
Llevaba unas canciones de Calle 13 como Fiesta de locos.
Después escuché Latinoamérica. Mi hijo y yo unidos musicalmente por Inti Illimani. Luego escuchamos Japón pon. Humor y desvergüenza a raudales.
¿Por qué me ha hecho tanta gracia? Tal vez por estar un poco hastiado de todo. Mientras escuchaba a calle 13 Rajoy negaba la mayor y ofrecía cuentas... ¡¡¡¡PERO SI EL DINERO B NO SALE EN CUENTAS!!!
Baile de los pobres. Como aquel que vida más diferente, la suya y la mía señor presidente.
En un mundo absurdo, la historia de John el Esquizofrénico encaja imperfectamente.
Y ya en plena euforia, nos reímos muchísimo con esta historia de Don Miguelo y las siete locas. Ya sé que no es serio. Pero después de escuchar a Rajoy es lo que pega.
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