Recuerdo un programa de Alfredo Amestoy donde salía Luis Pastor cantando sus coplas de ciego. Eran coplillas con escaso recorrido temporal y tal vez sea eso lo que a Luis Pastor lo ha perdido.
Lo recuerdo muy bien y no porque en sus labios nos trajera cerezas, que canta su amigo Pablo Guerrero. La canción que no perdura, la canción protesta que no es sutil, muere en dos minutos. Tiene su gracia pero muriendo tan joven te da cierta pena.
Esta vez, más maduro, nos regala un tema que se llama LOS MAGOS DEL PETRÓLEO. Suerte Luis.
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