domingo, 16 de diciembre de 2012

LA FELICIDAD EN LA OTRA ESQUINA


Uno de los libros que más he disfrutado es "EL PARAÍSO EN LA OTRA ESQUINA" de Mario Vargas Llosa. Pero no es de libros de lo que yo vengo hablar, ni siquiera de paraísos, que pongo en duda su existencia.
Pero el título del libro lo asocio a muchas cosas, especialmente a la felicidad. La felicidad es el gran deseo del ser humano pero tiene algún extraño componente que hace que nos dure poco entre las manos. Tal vez rutina, tal vez cansancio, tal vez, como en el pescador y el barbo, ansiar más y no disfrutar lo que tenemos.
Me causa sorpresa ir por pueblos y ver a toda la parroquia masculina en el bar contando mentiras y escuchando historias para no dormir o tal vez para dormir. Y mientras la parienta en la casa, hastiada y aburrida pensando en otra vida más feliz con aquel novio con el que no se casó.
Y ahora, que me he quedado solo, canta con dulce voz Pablo Alborán. Las canciones comerciales también pueden tener un exacto sentido de las cosas. Me dediqué a perderte, cantaba Alejandro Fernández en otra hermosa canción. ¿Por qué no me di cuenta cuando aún había tiempo?
La vida es lo suficientemente compleja para no aclararla en 20 párrafos. Pero hay ocasiones que la complejidad está sobreañadida. ¿Y por qué trabajas tanto? le preguntaría a ese buen hombre que ha desatendido a su mujer e hijos en busca de ganar mucho dinero que después se va a gastar en psicólogos.
La mayoría de las veces es más fácil ser feliz con el pan y chorizo que tenemos al alcance que añorar lo más exquisito que nos han puesto en la retina.
Siempre he pensado que el prójimo y el próximo están muy cerca. Me desorienta ver a personas muy solidarias en mil doscientas doce causas y el padre dándose cabezazos de soledad y rabia. Nada es fácil, ni tampoco la vida, cantaba Pablo Guerrero.
¿Pero no será también que buscamos la felicidad sin darnos cuenta de que la tenemos al ladito?

Tanto (Pablo Alborán)

Me dediqué a perderte (Alejandro Fernández)

No hay comentarios: