

No es mi caso. Estoy feliz viéndolos crecer, viéndolos mayores. Miro hacia atrás y parece que fue ayer cuando estábamos en los columpios, cuando viajábamos juntos. Miro hacia atrás y un nudo se apodera de mi garganta. Los veo tan mayores que me da vértigo.La vida. No se me rompe el alma pero un pellizco tengo en el estómago y una extraña humedad circunda mis ojos.
Y parece que fue ayer.
Nueva etapa. Nueva era. Nueva estación. Empieza el otoño. ¿Empieza mi otoño?
Una dulce sensación, sin embargo, es más grande que todo: ¡qué bonito ha sido! Qué grande es ahora hablar con ellos y verlos tan maduros y tan personas.


No hay comentarios:
Publicar un comentario