Voy a leerme El Mundo y Er País y dentro de cuatro horas te cuento lo que pienso del euro, de lo europeo y de lo que queda cuando nos quedemos sin euro: un peo.
A las tres de la tarde suelo coger los dos periódicos y me siento a hacer ganas en la taza del inodoro. Mi extreñimiento es feroz y mira que me tomo un PLANTABIEN al día. Y he leído que como nos rescaten las condiciones las van a poné ellos. Que no es lo mismo que tu madre se enfade contigo que se enfade el vigilante del reformatorio.
Madre mía del amor hermoso. Con lo bien que estábamos y adonde hemos llegao. Unos pájaros han puesto el aceite mú caliente y ahora hay que enfriá la freidora con agua fría. Y vorvé a la España de los 50, con los suerdos más baratos y más competitivos.
Pá este viaje no hacía farta forjas. Porque a vé como enfríamos esto. Hace diez años iba yo al mercado con mil pesetas y me llevaba diez kilos de fruta. Un café en la peña eran cinco duros. Diez años después todo se ha murtiplicao por seis. Cincuenta leuros no son ná y mil duros eran un dinero.
Nos han calentao la economía y ahora hay que enfriarla. Yo vivía a gusto con mis cuatro cosas y a nadie debía ná. Ahora vivo en un país endeudao y mis cuatro perras no valen ná. No estamos al borde del abismo, dice Rajoy. Jeje. Pero como demos un paso más nos vamos pal carajo. Mi pensión me da pá tirá lo justico, pero hay muchos que tienen en casa los tres hijos que san quedao parao.
Pá cagarse. Eso sí, en Plantabien voy a ahorrá muchísimo.
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