jueves, 7 de junio de 2012

EL ENTENDÍO: CRÓNICA DE ENSAYO Y ERRÓ DEL MERCADONA Y DE AR PAN, PAN Y AR VINO, VINO.

Vivimos por encima de nuestras probabilidades. Eso está claro como la leche. Así lo ha dicho er presidente de Mercadona, abuelo del Pelusa argentino, y digo yo que eso será porque nos protege con la mano de Dios.
Además este señor habla de productividad con una claridad extrameridiana y extraamericana. Su negocio va bien-to en popa y ar pan, pan y ar vino, vino. Hasta las migas me compra mi primo cuando viene a verme en paqueticos y ya ni pico pan ni leche. Y como son las nueve me va a perdoná pero yo pá cená soy como un relo de arena y me tengo que dá la vuerta cuando me desfallezco un poco. Por cierto, cenaré tortilla de patatas... de Mercadona.
Ya he vuelto un poco perjudicao, el tinto hacendado es regulín.
Una empresa es un mercado donde ofertas unos productos y los vendes, cá uno con su frenesí. Hasta ahí tó recto y tó correcto.
O tó lecto y tó colecto. Polque este señol  es un poco oliental en sacal malcas y malcas calcadas que son más calas polque ha estudiado el melcado y han hecho unas plobatinas. Y todo eso encalece. ¡Qué cala más dula!
Aquí el más tonto hace relojes y el que menos corre tumba al dalante. Este es un país de pillos. Vivimos por encima y hay que trabajar más, ha dicho. Y ahora a los curritos que se levantan a las 6 ó a las 7, que tienen la guillotina del paro y la cuerda de la hipoteca y subsisten porque les ayudan los abuelos, vienen a decirles que viven por encima de sus posibilidades.
Los comerciantes siempre han comprao a uno y han vendío a tres y la más rica del pueblo es la Felisa que tiene una tiendecica pá lo que se te olvida y tó está al triple. Pues el abuelillo este de Maradona igual, pero a lo grande. Porque una cosa es predicar y otra dar trigo. O a lo mejón es que está perdicando pá que sus empleados se vayan poniendo de rodilla con el famoso siguana. 
No nos hable de viví mejón de lo que debemos usté ca sa colocoa entre los más ricos copiando marcas. Con las cosas de comé no se juega.
Podemos aguantá que se haya usté comío el mercado, pero por favó no hable con la boca llena. Es de mar gusto.





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