martes, 20 de septiembre de 2011

EL ENTENDIO: CRÓNICA DE ENSAYO Y ERROR SOBRE LAS ESTRATEGIAS COMERCIALES QUE USAN LAS EMPRESAS DE MÓVILES EN DÍAS FIJOS.


El mu landino de mi primo cuando está mosqui de fosqui habla conmigo pá que yo cuente sus desgracias y así él no rompe su aureola, o aurora, de felicidad en el borde del área y luego el borde soy yo.
Ese soy yo, el cateto cotidiano. Él no, él es el optimista positivo del todo va bien, el zapatero que pone tapas de aceitunas a la luz de la luna por doquier, el aceitunero altivo y activo.
Pues sería por la copa DEIVI que jugaron en Córdoba pero ayer tenía cara de revés, le habían dao con un ESMAS en tó la cara y se le había quedao la sonrisa idiota en PASE IN CHO. Tenía la sonrisa vertical en la frente cual afrenta vaginal. Primero una noticia de notas de los hijos, aluego disputas laborales y el decrepitar familiar y luego todo ello aderezado y enderezado por la tomadura de pelo de una compañía naranja francesa que significa TORMENTA.
Tormenta es lo que tú tienes, mi arma.
Me dice este alma cándida de mi primo que cuando terminas contrato con una compañía es práctica habitual (literal, como la Fabada, que yo no uso un vocabulario tan extenso ni tan intenso) que te des de baja para aluego darte de alta otra vez.
Practica tan habitual como tonta porque es como borrarse pá luego apuntarse y mientras los que te atienden se llevan la comisión obrera.
Si ya estás no sirves, tiene que ser que te vayas paqui vuelvas. Y entonces te llama la Nerea o la Rafaela y te dice muy seria:
- Ahora le pongo con una grabación de voz para que anule la portabilidad, conteste a todo afirmativamente. Y entonces es cuando tú no sabes si decir SI o AFIRMATIVAMENTE.
En verdad te marean entre la MARDITA NEREA y la RAFFAELA CARRA. Fiesta, que fantástica, fantástica esta fiesta.
Una vez que tienen la comisión en la boca y el camisón a los pies de la cama y están celebrando el haberse llegao el gato al agua y al carajote de mi primo al huerto te dicen que no está Diego y que ellas no dijeron eso, que ese teléfono ha subío.
- Coño, no sabía yo que lo del movil viniera por ahí, dice el tontaina de mi primo que no se entera de ná.
¿Y por qué no pones una reclamación? le pregunto yo atendiendo a la lógica rutinaria de la que él tanto se ríe. En el pueblo estas cosas la arreglamos presentándonos en la oficina con la garrota.
- Es que es todo por internet.
- ¿Por Interné? Pó tonta ella y tonto él. No pierdas el tiempo primo y manda a los de la tormenta naranja a tomar por culo.

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