viernes, 12 de noviembre de 2010

FORMA DE SER: EL BIODESAGRADABLE

Una nueva vida se está desarrollando en mi, una nueva bio. Pero no es agradable y poco a poco veo que me voy deteriorando. Es una forma de ser degradable, desagradable, osea, biodesagradable. Me enfado con frecuencia. Levanto el tono de voz con demasiada asiduidad. Vamos, un malaje. Un sieso. Un capullo. Un cerdo. Un cabrón.
Me encuentro entonces con el Aute que acaba de sacar un nuevo lp. Dice cosas muy razonables sobre el estado del malestar, sobre las pesonalidades que llevamos dentro y el cainismo. Estoy deseando escuchar el nuevo lp y decido modificar esta malvada forma de ser. Pero ya me decía mi madre cuando hace años iba cantando (gritando más bien) por la casa ay la mala gente, ay la gente mala.
- ¿La has aprendido en viernes, hijo?
Se ve que sí. Que el viernes es el día propicio para aprender canciones que nunca sueltas.



Nunca he creído en formulas ni en mensajes,
me gusta más jugar a la contradicción,
contra mí mismo voy a hacer una excepción,
intentaré ser más directo en el lenguaje,
en esta canción.

A vivir, a vivir
que la vida no es medida
ni porvenir.
A vivir, a vivir
que este mundo fue un segundo
del devenir.

Si he sido críptico y poco claro en los versos,
entono un mea culpa y suplico perdón
por ser ambiguo y aumentar la confusión
al proponer que la Razón del Universo
no es una ecuación.

A vivir, a vivir
que la vida no es medida
ni porvenir.
A vivir, a vivir
que este mundo fue un segundo
del devenir.

Después de tanta palabra con doble filo
y de lecturas triples en cada renglón,
de esta escritura no se saca una lección
para que el estratega duerma bien tranquilo
con su solución.

A vivir, a vivir
que la vida no es medida
ni porvenir.
A vivir, a vivir
que este mundo fue un segundo
del devenir.

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