martes, 12 de octubre de 2010

FORMA DE SER: EL EGOISTA


Recuerdo una tarjeta que hicimos en la mili (nos mandaron a la imprenta a los 5 cachondos mentales) que decía "No seas egoista y pienso un poco más en mí". Es solo un ejemplo porque estábamos todo el día haciendo chorradas. Conservo algunas que dicen Miguel Ángel Alcedo Letrán, le gusta dar clases.
Otra era una esquela de Doña Pitillera Vacía para pedir un cigarro o una oferta para acabar con la virginidad de las niñas de Lérida que nunca dio resultado alguno. Hacíamos tarjeta para los de víveres que nos daban paquetones de chorizo y queso, para los de cantina que nos mandaban cervezas. Y así más o menos pasamos quince amargos meses. No me negarás que la cerveza tiene un toque amargo.
Pero yo había venido a hablar del egoismo. Siempre he visto que al ser humano habría que clasificarlo por estadios mentales, unos recorren más y otros menos.
El egoísta es el pobre idiota que está en el primero. Porque para ser egoista hay que ser tonto. Se llevan palos por tós laos. Pero hay siguen, sin empatía ninguna.
Digo yo que la empatía es como la hipocresía pero bien vista. Muchas veces la generosidad es como una nasa de pesca esperando a ver que cae y por eso generosidad = egoismo.
Yo renuncio a mi huevo duro, decía un personaje en un cuento de las Mil y una noches, me conformo con que cada uno de vosotros me déis la mitad del vuestro.
Empatía, simpatía, egocentrismo, egoísmo. Cá uno tiene su ego en el centro de sus actuaciones. Un poco más allá puede haber un poco de artificio y otras figuras literarias.

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