Y pá colmo cuando se va exclama
- que se me pasa el arroz.
Recuerdo en un paseo por Rota, una villa llena de cotillas, a una señora explicándole a mi padre:
- Y entran los dos en el piso y cierran las ventanas. ¿Hay derecho a eso? ¿Que van a hacer? ¿Es que yo no tengo derecho a verlo?

Me falto gritarle "¿Y a usted que le importa, señora? ¡Estarán follando, mujer!"
Pero estaba papá delante y tampoco era cosa de darle un disjusto.
Er pueblo es er pueblo
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