jueves, 19 de agosto de 2010

No me gustan los toros. Si vas ponte minifalda.

Los seres humanos somos una especie capaz de hacer cruel lo más natural. Con lo hermoso que es lo natural, allí vamos los humanos a encerrar serpientes en una casa o clavarle banderillas a unos toros por fastidiarlos no más.
Luego nos sorprende que salten la barrera.
Igual pasa con un montón de cosas por el mero hecho de envilecer. Somos viles, si, viles o militares.

Medio país se ha quedado conmocionado por el salto del toro. Yo no. A mi me han impresionado las caritas de miedo. Si fuéramos capaces de plantearnos las situaciones antes de que ocurrieran tal vez diéramos un salto cualitativo en la evolución. Mientras sigamos con esquemas ancestrales y furbo, toro o coraçon, nos pueden dar morcilla.
Este es el sentido de esta obra que tiene ya algunos añitos pero con candente actualidad. Ella ya no es la Eva Sansung pero lo demás es muy parecido.

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