viernes, 14 de mayo de 2010

El mundo al revés y no sirvo para nada.

José Agustín Goytisolo escribió unos poemas entre la depresión y la alegría en el filo de la locura. Cuando Paco Ibáñez los cantó en el glorioso PACO IBÁÑEZ EN EL OLIMPIA todos nos aprendimos el lobito bueno, me lo decía mi abuelito y palabras para Julia.
Hoy explicando adjetivos y sustantivos he cantado con toda la clase el lobito bueno. En 12 versos de 6 sílabas hay una enorme concepción de la vida, de los esquemas que nos prefijamos, de las brujas malas, de los piratas tramposos. Y muchas veces no es así.
Con Me lo decía mi abuelito me doy cuenta en lo fácil que es caer en la incoherencia. Nadie quiere que su papá le diga trabaja niño, trabaja, no pienses que sin dinero vivirás. Pero cuando somos papas le decimos a los hijos trabaja, hijo, trabaja. O estudia.
El aullido interminable de una vida que sube y baja catorce veces en el mismo día lo describió José Agustín en una canción tan inmensa como palabras para Julia que he terminado por no oirla. Me fastidian los iconos y siempre que voy a un concierto de Paco Ibáñez están los pollas de siempre que parece que tienen prisa por irse y "Paco, a galopar" "Paco, palabras para Julia".
Por eso cuando escucho el disco de Jose Agustín casi me salto las tres canciones y pongo varias veces NO SIRVES PARA NADA y A TI TE OCURRE ALGO. Me dejan una paz interior como si me reprochara algo que soy como Hilario Camacho en la foto del disco SUBIR SUBIR y de pronto los globos hacen pun.

Nada es nuevo bajo el sol. Sabina hace lo mismo con Javier Krahe en la Mandrágora.

Y es que hay días que todo está al revés. En esos días que no sirves para nada se puede dar la contradicción del tú si que vales.
El único problema es que José Agustín se quitó de enmedio a su manera.

2 comentarios:

Isidoro Aliaño dijo...

Hasta ahora la canción (la letra)más triste que conocía era esta http://www.youtube.com/watch?v=mWkyBjz33Z4&feature=PlayList&p=DBA443A355B548F9&playnext_from=PL&playnext=1&index=81

Solelena dijo...

No hay poeta más grande que Goytisolo, ni mejor músico que Paco. Y sí, mis dos canciones preferidas son también esas dos, y el lobito bueno que ahora le canto a mi niño, como a mi me cantaron de pequeña.