Hace 23 años, se dice pronto, me cayó del cielo una chica rebelde, cachonda y a veces díscola y hasta "agresiva". Yo se lo agradecí al cielo pero sobre todo a ella y cuando cumplió los 23 (23 + 23) le escribí unos versos torcidos y el dibujo que aún conservo y se lo envié en una bandeja con mucho fervor porque ha sido siempre compañera, amiga, amante. Un tres en uno, pisha.
Con ella era fácil invertir los papeles porque no amamos los esquemas mentales de la gente de bien
Tan sólo pretendemos hacer lo que nos parece bien. Y eso ya es mucho en estos tiempos.
Hace 23 años escribí esto:
SONETO ENCADENADÍSIMO (14 + 3 + 3 + 3 = 23)
Eternamente niña, eternamente aurora,
Luz de luz, flor-de-lis-per-fu-me-de-ba-ño,
Por ti no pasan los días ni siquiera las horas:
Después de vivir tantos cumples sólo 5 años.
Si nada es absoluto tu edad es relativa,
Pero a ver como explicas, si todo se mueve,
Como te mantienes siempre activa, siempre viva
Y con respecto a los años no pasar de nueve.
Y verás pasar el tiempo y en el año dos mil
Lo que sería treinta y siete para ti será uno
Más con esa linda nariz de precioso perfil
Y esos bellísimos ojos de aire moruno
Y ese espíritu agresivo rechazando lo vil,
Eterna infancia que sufren o viven algunos.
No es tan fácil no avanzar hacia el ocaso,
Aurora, ni tampoco ser diferente al redil,
Romper esquemas fijos o al “dire” no hacer caso.
Despreciar lo mezquino, tender la mano al reptil,
Si algo sale mal poner buena cara al fracaso,
Generosa, optimista, aire cálido de abril.
Son muchos tus detalles para darles repaso,
Reina, déjame ser tu rey o al menos tu alfil
Y los unos de agosto levantar por ti el vaso.
Hoy, 23 años después, sólo puedo añadir:
Y parece que fue ayer
Pero descubro otra vez
Que en un despiste pequeño
Han pasado otros veintitrés.
Pero eso es lo de menos
Contigo se descumplen años.
Contigo no pasa el tiempo
Se vive de modo extraño.
Han pasado veintitrés
Que suman cuarenta y tantos.
Y parece que fue ayer
Y la verdad yo no me espanto.
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