Hace dos meses pensaba que el nuevo presidente de EEUU podría tener una muerte inesperada al estilo de JUAN PABLO I. Todos sabemos que la mano negra existe.
Pasan los días y entiendo que el nuevo presidente lo tiene que estar pasando mal porque hay muchas cosas por hacer y muchas posturas enfrentadas. Y mucha gente muy mal acostumbradas que cambiar les supone un trauma. Y no están dispuestos
Por eso hoy viendo el aspecto deteriorado y envejecido en tan sólo cien días del nuevo presidente me pregunto si no lo estarán envenenando con bicarbonato o poniendo mucha harina en el rebozao de los calamares.
La realidad es cruda. Recuerdo a esa niña que le preguntaba a la madre el motivo de las canas.
- Son los disgustos que te dan, hija mía.
- ¡Claro! Ahora entiendo por qué la abuelita tiene el pelo tan blanco.
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