jueves, 5 de marzo de 2009

Cómeme el rabo


Lo de menos es que un tal Boludo o el Sr. Del Nodo digan una imbecilidad porque dentro de tres años nadie hablará de ello. Lo que me preocupa es la forma de ser, la autosuficiencia de unos señores que calladitos están igual de feos pero que deben entender que el silencio ennoblece.
Es indignante escuchar a un presidente "vamos a chorrear" o "nos vamos a comer al león desde la melena a la cola". Precisamente ellos, que no juegan.
Todo ello juega siempre en contra de ellos mismos. Los jugadores que nombran para asustar juegan cohibido, los que insultan se crecen.
En general la vida nos enseña que no hay que vender la piel del oso antes de cazarlo. Pero que triste oír a estos "rapelos" del devenir.

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