Hoy por hoy no hay mayor pirata que el africano que, cansado de ver como le arrebatan sus materias primas, se lanza a la mar a fastidiar un poco a los grandes.
¡Ah, y la piratería de cuatro discos penosos que te venden en un bar!
Sin embargo no es piratería que un gobierno del PP privatice una empresa y asi mis amiguetes pegan tremendo pelotazo que hace temblar los cimientos de mi país.
Tampoco es piratería que el vigia de occidente, D. Zapatero, confunda el este con el oeste y nos deje con el aquello al aire y deje la temperatura caliente vendiendo lo que no tiene que vender a quien no tiene que vender
Y como no llevan parche en el ojo ni tienen pata de palo no desconfíamos de entidades financieras porque, entre otras cosas, tienen obra social y si roban lo hacen con guante blanco de esos que se ponen en las procesiones de Málaga los Directores Generales de Unicaja detrás del paso de palio.
Ante tanta hipocresía y cinismo denuncio publicamente que los que están asfixiando el mercado son esos señores de guante blanco que obtienen beneficios que se te va la olla, después aparecen crisis que parecen culpa tuya y ellos siguen ganando y por último te niegan hasta lo que tienen firmado.
La entidad que señalo firma unas condiciones cuando le parece, las cancela cuando quiere y te amenaza posteriormente.
Pero claro. Los piratas están en Somalia.
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