domingo, 26 de octubre de 2008

La rabia, coño, paciencia, paciencia.


Decia Silvio Rodríguez en Días y Flores, que la rabia, coño, paciencia, paciencia. Y es que el cólera y la rabia son improductivos. A mi padre los ataques de ira se le reconvierten en jugos gástricos y de ahí a un estado ulceroso no hay ná.
He aprendido mucho de mi padre y muchas veces hago lo que él no hace. Rumiar y masticar el mismo asunto, u otros, termina por hacer la digestión más difícil.
Recuerdo hace dos o tres años una pelotera fronteriza por unas obligaciones que mis vecinos no cumplían que resolvieron los inspectores con una visita a los centros. Terminado el tema lo digerí haciendo este resumen:
¡Cómo se puso la vecina
con la visita de los inspectores!
Todo el mundo estaba tenso
y le olíamos sus sudores!
GRITABA
y los ojos se le enfurecían
Los pelos
asi "tiezos" y no eran de peluquería.
Pero la pobre eeee
no lo sabía.
que era un premio ooo
que le ofrecían.
Tranquila, hija, le dijeron,
que te va a dar un flash aaa
Veníamos a darte el premio
"ESCUELA: ESPACIO DE PAZ"

No hay comentarios: