El dolor de muela y la Corona

A todo cerdo le llega su San Martín. Bueno, tal vez es un poco fuerte pero lo cierto es que el alcalde de Puerto Real, Sr. Barroso, ha empezado a soltar perlas contra la corona y está claro que ya sólo le faltan los diamantes.
Madre mía como se ha puesto de insultar: crápula, sinvergüenza, ladrón, deshonesto, maquinador del golpe de estado.
La verdad que el Sr. Barroso no ha inventado nada. Ya conocía yo por Joaquín Díaz un romance que no hablaba demasiado bien de la monarquía ni de los reyes y los problemas de obesidad prenatal que contraían las mozas de las localidades por donde pasaba el monarca.
Chapirón de la Reina, Chapirón del Rey,
Mozas de Toledo ya se parte el rey,
quedaréis preñadas, no sabréis de quien
Chapirón de la Reina, Chapirón del Rey,
Mozas de Ciudade guardaros de él,
que aún ni en moneda podréis detener,
Chapirón de la Reina, Chapirón del Rey,
En tanto que entre poneos en pie,
mas otros primores no habréis de poner.
Chapirón de la Reina, Chapirón del Rey,
Mozas de Toledo ya se parte el rey,
quedareis preñadas, no sabréis de quien
Chapirón de la Reina, Chapirón del Rey.
La verdad que nunca he entendido demasiado bien que designio divino puede marcar a un hombre o mujer para que sea superior o rey desde el nacimiento, máxime cuando para consolidar la raza se han dedicado a entralazarse entre ellos mismo y el resultado te deja con cara de pez con la boca abierta en irreversible proceso de relajación mental, por decir algo no provocativo

El devenir de nuestro monarca, heredero, hijas y yernos me anima a unirme a la campaña del Sr. Barroso, pero como no me gusta alinearme con nada ni con nadie he realizado mi propia canción para sintetizar el tema en lo posible.
Hay quién dice que en España
es mal negocio la corona
porque en la casa real
hay una familia bribona.
Hay quién dice que así
no puede cumplirse la ley
porque el monarca tiene aficiones bárbaras.
Bárbara es Rey y el monarca es rey.
Hay quién dice que el príncipe
se casó a la desesperada
viendo que las noticias y la vida
pasaban sin pasarle a él nada.
Y yo que casi nada sé
tengo una modesta opinión:
sus vidas no serán tan divertidas
si se pasan la vida viendo televisión