Ante el comienzo de un nuevo curso he preparado un artículo para el periódico que como de costumbre mutilarán y no se sabrá lo que he querido decir. Pues aquí en contexto original.
Pocas cosas hay tan hermosas como el principio. Comenzar, hacer algo nuevo. Ilusión. Y en nuestro centro, Alfonso X El Sabio, vamos a intentarlo. Somos un centro de Infantil y Primaria con 450 alumnos y alumnas y con Plan de Apertura, TIC, Plan de Mejora de Resultados Escolares, Deporte en la Escuela, Lectura y Biblioteca, Escuela: Espacio de Paz, Programa de Acompañamiento y Plan Mejor Escuela para dejarnos este curso el colegio como un pincel, al menos eso esperamos.
La plantilla de profesoras y profesores es de veinticinco personas que intentamos “apuntarnos a todo” y renovarnos o… y seguir vivos. Como dato destacable todos los programas se aprueban por amplia mayoría. Tanto el personal de administración y servicio, el portero “resuelve todo” y la empresa de actividades y sus monitores están en esta dinámica cercana y afable.
Pensamos que un trabajo que exige novedad e innovación no puede caer en monotonía de lluvia tras los cristales, magnífico poema de Machado. ¿Qué podemos hacer? ¿Cómo podemos combatir la rutina?
La comunidad educativa no sólo está formada por el profesorado, también el alumnado, las familias y la administración y cuando analizamos los problemas y los resultados en nuestro centro analizamos los problemas y no nos convertimos por arte de birlibirloque en chiquitines -acusicas-egocéntricos de seis años y no decimos aquello de “yo no soy, ha hecho ése”.
Para evitar que la imaginación desaparezca en nuestro colegio hacemos el firme propósito de pensar en el alumnado no tiene la culpa de… Para evitar que la rutina atraviese la valla de nuestro centro diseñamos cada curso un programa diferente para ofrecer algo nuevo. El alumno y la alumna tienen que estar motivados para acudir a un lugar amplio, con materias rocosas e interminables para su idea del tiempo.
Este curso tenemos aprobado un ambicioso proyecto de Innovación Educativa llamado “La educación, parte de ti. La educación parte de ti”. La primera parte está centrada en la familia y queremos que la familia descubra que su implicación es fundamental. Sus hijos o hijas responden cien veces mejor si padre y madre están detrás y valoran positivamente el colegio. La educación debe ser parte esencial del día a día de la familia y para ello pretendemos recuperar el colegio como centro de barrio con reuniones, encuentros deportivos, publicación de revistas, etc. La situación laboral es en muchos casos difíciles pero hay nuevos medios que facilitan estos encuentros. Con una sencilla cuenta de correo electrónico vamos a recibir los artículos de los padres y madres para publicarlos en las secciones de salud (desayuno, obesidad, alimentación, mochilas) o educación. La parte del proyecto dedicada al alumnado incide en la motivación. El alumnado debe ser el centro de interés y el colegio debe atraerle. Lo que pretendemos organizar en esta parte del proyecto son las actividades de gran grupo y los recreos. Entendemos en nuestro colegio que la convivencia mejora con material de juego y a ello vamos a destinar una parte importante del presupuesto. Esta es la base del proyecto, simple pero ambicioso a la vez.
Nuestro alumnado es entusiasta o lo entusiasmamos, no suele tener problemas serios de disciplina ni hay que tirar de cuadernillo de infracciones. Es más útil el refuerzo positivo y están avisados que pierden puntos si no respetan las normas.
Este curso también será nuestro segundo año del discutido Plan de Mejora de Resultados Escolares. Nuestra premisa es que si nuestro deber consiste en mejorar día a día no nos importa que se hable de incentivos. En cualquier caso los objetivos para mejorar lo planteamos nosotros pero si nos lo impusieran por decreto lo haríamos igual. La meta de mejorar y la inquietud por educar de la forma más completa a nuestro alumnado es real, por lo tanto hemos dicho sí a este programa. Y respetamos otras circunstancias para decir no.
El proyecto TIC, que cumple dos años, es una gran baza de innovación permanente. La buena disposición de nuestro coordinador facilita que estemos informados y motivados para dar siempre algo nuevo. Es enriquecedor ver que todos los días descubrimos algo nuevo y reconocemos que Internet y el aula virtual nos rejuvenecen.
A las familias les ofrecemos un trato afable y mucha información. La transparencia es necesaria cuando no quieres que te pillen en un renuncio. Colabora con el centro y con lo que organizamos. La respuesta con la fiesta solidaria fue increíble y aportaron 2800 euros que salieron para Perú en junio pasado y la participación haciendo disfraces para carnavales y fiesta de fin de curso me asombra siempre porque demuestran un sentido del humor y una empatía con el centro cada vez más difícil de superar. Hay en general muy buena relación con las familias y la implicación total es imposible porque todos tenemos mil asuntos. Tampoco aprovechamos la faceta reivindicativa que en algunos casos –cada vez más- tienen los padres y madres. Usamos el diálogo y las vías legales para nuestras demandas, aunque algunas veces nos desespera la demora.
Con respecto a la Administración me encanta el verso de Benedetti -que canta Serrat en Los formales y el frío- “es arduo decir algo que realmente no sobre”. Tanto por exceso como por defecto se va del peloteo miserable a la exageración inadecuada. Recordando los proyectos que hemos solicitado y nos han aprobado hay que valorar muy positivamente su preocupación por conciliar la vida familiar con el trabajo, de favorecer que la jornada se complete con deporte o actividades extraescolares, de invertir en libros, de mejorar los resultados del tercer ciclo con el Plan de Acompañamiento y mucho más. Muy bien. El diseño de todos estos programas que nos dan, el trabajo de despacho para entendernos, es sobresaliente así como la apuesta que hace la Administración por una enseñanza completa y de calidad. La cara B del disco de vinilo es el trabajo a nivel de incidencias diarias que surgen y que tiene que gestionar la persona encargada de alguno de estos proyectos que también es tutor /a. Entre el cielo del diseño y el suelo de la realidad debe tejer la Administración unas vías de comunicación que agilicen el día a día cuando hay problemas serios. Es lo que llamamos en baloncesto un enlace y hablando de baloncesto también podría hablar de “falta personal” para ser un centro de dos líneas, pero esa es otra historia.
Confío mucho en los nuevos planes que retoman la importancia de las áreas instrumentales (Lengua, Matemáticas e Idioma extranjero) y creo que el término COMPETENCIAS va a favorecer el futuro de la educación porque necesitamos que el aprendizaje sea útil y práctico, que el colegio esté a nivel de la sociedad y no sea una caverna en el tiempo. De ahí que el debate de temas como Educación para la Ciudadanía me parezca una tempestad en una pila de agua bendita. Hay tanto que mejorar en el curriculum que ponernos a crear divergencia en una asignatura, por otra parte muy necesaria, me resulta poco menos que ridículo e incomprensible en un estado laico.
En resumen, el principio de curso lo veo como cuando va a empezar la feria y tienes la cartera llena… en nuestro caso de proyectos. Formamos un grupo humano dispuesto a pasárselo bien… en nuestro caso pasárselo bien incluso trabajando. Nos subiremos en las atracciones de la calle del infierno.
Y es que cada uno cuenta -y contará- la feria según le va. ¡Pero que importante es una predisposición optimista y positiva!
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