lunes, 22 de septiembre de 2008

Aprender de los demás. 1. LLUIS LLACH. APRENDRE

Hay una tentación muy grande en ser original. Oímos con frecuencia que nada hay nuevo bajo el sol y aprender de los demás nos parece como comprar ropa en rebaja: un atentado a nuestro alter ego.
Sin embargo yo he aprendido mucho de los demás y no me importa reconocerlo. Cito canciones y autores que han aumentado mi sabiduría. Lo cual no es decir mucho, lo reconozco.

Este tarea diaria de aprender tiene que empezar por Lluis Llach y su canción Aprendre.

Aprender
que nada termina si antes no termina dentro de mí
que el sol no se pone sin regreso, si en tu corazón estalla el alba
aprender que la esperanza es mentira si no hay cada día
el esfuerzo por un nuevo mañana
aprender a querer la vida, cuando la vida hace daño.

Aprender
que si un niño mata mi mano no es del todo extraña
que tristeza, si un niño mata allí y aquí, muere la ternura
aprender que quizás esta tristeza es tan solo un refugio para no decirse así mismo
que es tanto más triste por que es tan necesario, es tanto más triste.

Aprender
que con certeza, nada tengo que no des
a conseguir que el corazón se conmueva siempre por el frágil gesto de la belleza.
Aprender que sólo soy si tú existes, y es esta la medida que quiero y me define.
Aprender para saber desprenderse, he aquí el viejo secreto.
Aprendre. Lluis Llach



Añadir comentarios me mata. Siempre he odiado a esos críticos que incapaces de hacer una obra se dedican a la crítica, unas veces feroz y otras halagadora. Las dos me fastidian. Y el comentario trivial ya lo hizo Javier Krahe, del que necesariamente hay mucho que añadir porque sus canciones son filosofía y arte en estado puro. Con respecto a Lluis Llach tan sólo decir que es muy importante entregar y dar y que la estupidez de los-que-sólo-saben-mirarse-su-cul es responsable del envilecimiento de nuestro mundo. Ni crisis antisistema ni leches. Culos demasiado gordos que no dejan ver más allá.

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