Un agricultor andaluz; Macario Calabacín, escribe un poema parecido al Marquesa de Brassens, dedicado a Cornelia. Pero no es la Marquesa Cornelia, es Cornelia Prüfer-Storks, la jefa de sanidad del departamento de Hamburgo que no se lo pensó dos veces antes de acusar a España y que ha desatado la guerra en Hamburgo disparando los pepinos españoles hacia... la ruina.
¡Ay Cornelia, si mi aspecto
no es el de un buen amigo
debe usted aprender de mi
que siempre pienso lo que digo.
Su decir sin pensar a la ligera
ha provocado la crisis del pepino.
Nadie habla de esta manera
a menos que sea un cretino.
Pero el tiempo todo lo cura
y en unos meses será mi dicha
que volverán a comerse verduras
y vamos a odiar las salchichas.
"Eso que me dices no me gusta,
dice Cornelia, ¡es un golpe bajo!
y la forma de los productos no me asusta
porque es como comerme un carajo."
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