Durante un año he dejado las vivencias aparcadas y con el uso del móvil y facebú daba salida a algunas ocurrencias. Mal hecho. Porque facebú es la nada, es como una comunidad de vecinos diseñada a modo de colmena donde todos vivimos en la misma puerta: 2º F. F de feo, por supuesto. Un piso interior sin salidas a la calle. Todo se queda allí, todos con una obsesión. Y segundo por el tiempo donde se viene a demostrar una vez más que todo es relativo: todo parece que se hace en un segundo y sin embargo se pierde el tiempo de forma lamentable.Durante algunos días había decidido volver a casa, entrar en el blog un par de veces por semana y escribirme lo que pensaba de las cosas. Yo o alguno de mis amigos. El Entendío sigue en el pueblo con el Casiano, Ana Lítica está por Ceuta sirviendo a la patria, Ian Guahson prepara nuevo libro de cócteles molotov, Miguel Agujetas se busca la vida cantando fandangos en Irlanda y José So Neto Pereira anda perdido en Portugal recorriendo pueblos perdidos. Los echo de menos porque daban una visión divertida de lo que me pasaba.
Así que tras este breve paréntesis, vuelvo aquí porque la jubilación está cada vez más cerca y quiero tener algo para leer que no me aburra.
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