Hoy, ocho años después y tras conocer a mucho inútil suelto (no todos) la afirmación irónica se convierte en interrogación retórica. Porque muchas veces no hace falta respuesta, la respuesta es SÍ.
¿LA CULPA ES DEL DIRECTOR?
La culpa es del director cuando por no hacer él uno el colegio pierde diez.
La culpa es del director cuando huyendo de la clase se dedica a gestionar, que ni es gestión ni es ná. No sirve para dar clase pero tampoco gestiona bien.
La culpa es del director cuando buscando su protagonismo hace perder a sus alumnos. Para el figureteo y el ego sí, para lo que de verdad hace falta no.
La culpa es del director si con la excusa del "tengo mucho trabajo" se quita todo de encima.
La culpa es del director si actúa por ser director y el resultado es peor que si no hubiera actuado.
La culpa es del director si hace perder energía a sus compañeros con sus decisiones, si siempre pone cortapisas, si carece de imaginación.
La culpa es del director cuando sus intereses son personales y de aprovechamiento. Nadie es tonto y todo huele.
La culpa es del director si se pone muy bien puesto y olvida que obras son amores.
La culpa es del director si es familia del Tiranosaurio Rex.
La culpa es del director si se lo cree, si es déspota.

Hoy, 29 de mayo, he estado en una reunión que ofrecía cuatro o cinco cosas buenas para los chavales. Desde ofrecer un desayuno a dar tres comidas diarias. Todo era mirar desde sus propios intereses y poner el grito en el cielo.
La culpa es del director cuando no dirige, pone posturitas conocidas.
La culpa es del director cuando no le importa que la rutina se adueñe del centro con tal de que él/ella no se complique.
Patético. He visto a directores /as renunciar a proyectos, matar colegios. Asustar a los padres.
Y especialmente me acuerdo de mi amiga incapaz de dar un palo al agua pero que siempre se pone la mar de bien puesta.