Aúllo en las noches de luna llena. Au, au, au. Pero es para llamar a mi chica que se llama Aurora.
Soplo y resoplo. FU, FU, FU. Pero nunca he tirado ninguna casa, solo hago reformas.
La gente cambia de acera cuando me ve venir. Pero siempre había pensado que era porque me veían mayorcito.
Aunque reconozco que algo me pasa.
Al contrario que Machado, converso con el lobo que siempre va conmigo. Mi soliloquio es plática con este buen amigo que me enseñó el secreto de la licantropía. Mis brazos y mi cara se cubren de pelos. Mis dientes se afilan.
Algunas veces me veo como un lobo. Tal vez lo sea. Doy algunas pistas pero la gente duda. Pues no lo dudes. Soy un lobo.