Las vacaciones ya no son lo que eran, que de gente por tós laos, que de guía freeki, que de negocios pá turistas, que mareo. Ya no ves ná autóctentico, las mismas firmas por la calle principá, las mismas comidas. Dan gana de preguntá ¿hay arguien daqui?
Primero nos llevó mi primo por el norte de Francia hasta la frontera con Alemania. Y cuando pisas una ciudad que no conoce naide pó te alegras. Eso nos pasó en Metz. Una ciudá tranquila con sus paisanos tomando crepe y esas decadezas francesas. Mi primo casi se vuerve loco porque encontró una tienda con los discos del Leo Brassens ese que le gusta y allí que fue a dejarse los cuartos. Aluego nos fuimos pá Estrasburgo, un pueblecico con encanto también aunque ya con más gente. De allí nos movieron pá la frontera con la Selva negra, que no está mal pero prefiero la San Marcos. Los alemanes tienen unos pueblos mú bonitos. Me gustó mucho Mesburg o como se diga y la misma Constanza es preciosa. Pero mucha gente. Luego volvimos por otro pueblo francés poco conocido que ya ni macuerdo, menos mal que hice muchas fotos y er Casiano montó este vídeo.
En fin. Dejo otro vídeo y que cá uno juzgue