Tuve mis más y mis menos con VODAFONE y por eso caí en vuestros brazos.
Hoy, después de tantas tomaduras de pelo, rompo la baraja y quiero a través de estas líneas contar que sois unos estafadores de arte mayor.
Tal vez un comercial en Argelia o Guatemala nos ofrezca el oro y el moro. Así comenzó mi historia:
- Un Samsung Ese 82 que tira fotos, escupe por la calle y algunas veces te deja hablar por teléfono. Lo último en telefonía móvil.
Una vez que te das de alta te llaman para decirte que no lo tienen y que te dan... y que te dan.
En promociones parecido. Vas a coger un terminal y no te avisan de la absurdez de que con solo coger un punto estás aumentando 18 meses el compromiso de permanencia. Mentiras, engaños y omisiones frecuentes. La ardilla sube al árbol más rápidamente que tú y cuando te quieres dar cuenta te han plantado un ciprés en tu contrato: hasta que la muerte os separe.
Al igual que el león es el rey de la selva, los de telefonía son los reyes de las estafas y las denuncias por mentiras de todo tipo. Pero nadie les pone coto y como hoy no eres nadie sin ese artefacto estúpido que llevamos siempre encima y nos cambia la cara cuando suena el tilín, pues tragamos y nos reconvenimos o con ellos o con la competencia.
Como un tiburón, del que todavía no han puesto tarifa, te clavan los colmillos en el alma cada vez que te ofrecen algo que es mentira y te engañan. Me engañaron ofreciéndome por buen cliente un everygüei o la madre que los parió. Solo para probarlo, me lo mandan y resulta que son nueve euros al mes. Lo he utilizado poco o nada y este mes que lo utilicé dos días me dicen que les debo ochenta euros ¿ochenta euros? pero si eso era hasta que se agotara.
- No señor, eso es por día, como su propio nombre indica every day. Así que factura al canto.
Villanos, yo no sabré inglés pero vosotros no entendéis de moral. No hay un lugar donde mandar una carta de queja, amenazáis con la grabación de voz pero nunca está para la defensa del cliente. Atracáis en alta mar y el delfín viene a buscarnos. Nosotros nos confiamos porque es un delfín pero es un delfín venenoso. Me han hecho muchas más, como aquella vez que iba preguntando por el cambio de tarifa y directamente me las cobraban o aquella otra que pedí una suspensión temporal y al darme de baja en la línea me cobraron 200 euros por penalización.
Y traga, y traga, y traga.
La lista de morosos me acecha...iiii. Los tiburones huelen mi sangre... iiii. La naranja mecánica está a punto de destrozarme con su metralla mortal. Os odio. Me siento impotente ante vosotros. Estoy en vuestras manos miserables. Es todo cuanto sé y vosotros... comunicando.
"Nueva tarifa tiburón, aunque no vivas en Tarifa. Vivas donde vivas, comunícate con orange. Tarifa de cine con tiburón, la naranja mecánica y próximamente Comunicación Fatal"
2 comentarios:
Tal vez lo peor de todo lo que cuentas no sea los malos ratos que pasa uno, la indignación con la cara dura de las operadoras (empresas) que manejan todo el cotarro o el hecho de que a uno le crezcan deudas imaginarias y excesivas por servicios inútiles que muchas veces uno ni contrata o no se entera que ha contrado.
Para mí lo peor es la indefensión que siente el consumidor (uno mismo, al fin y al cabo) frente a esta gente que hace y deshace lo que quiere como quiere y muchas veces parece que con el beneplácito del gobierno o la indiferencia del mismo. Que dicen que has gastado 80 euros (80 mierdas para ellos), pues ponen que lo has gastado. Que se les pone en sus cojones meter a alguien en una lista de morosos (yo según me han amenazado tanto, llevo en una desde la tierna edad de 19 añitos, nunca he tenido que comprobarlo TODAVÍA), pues lo meten.
Al final uno acaba con la sangre hirviendo después de ver un abuso detrás de otro, tanto en sus propias carnes como en las del prójimo, pero como nos han vendido que tenemos que tener un terminal móvil guachupei, internés móvil para estar agilipollaoquedigaconectado a todas horas con los que más quieres, y mil mierdas más, pues ahí tienen al 99% de la población o todos los que sean (y seamos) cogidos por los huevos.
Menudo negocio tienen los hijos de la grandísima montado.
Más que un comentario has escrito un apéndice imprescindible a esta estafa consentida.
Gracias y espero que algún día nos podamos defender de tanta indefensión.
Valga la contradicción a la que nos someten.
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