EL ENTENDÍO: CRÓNICA DE ENSAYO Y ERRÓ SOBRE LOS PUEBLOS Y LO EQUIVOCAOS QUE ESTÁIS.

Bueno, bueno. Qué tó el mundo no es tan bueno. En este país nos tomamos tres copas y subimos al cielo al mismísimo demonio. Tó el mundo es güeno.
Pero te paras a valorá friamente a cá uno y desenmascara las mardades más grandes que se escuenden en el ser humano aunque a pequeña escala. La suma de todas forman el colectivo de un pueblo. No hay un arma noble.
Y la verdad autentificá es que pueblo chico, infienno grande. Ni te imaginas lo que hay detrá de la foto de paz y vida sana.

El domingo es el día que más me irrito. Y sobre tó en misa que cuarquié día me voy a condená allí mismo. Tenemos la costumbre entoavía de sentarnos los hombres detrás y las mujeres delante. Y como lo que dice el cura me lo sé de memoria, me pongo a darle vuertas al como semos. ¿Y como semos?

Pó sobre tó semos hipócritas. Tan arregladicos, con cara de buena gente y semos tós unos buitres carroñeros. Mira pá las bancas donde están las mujeres con su permanente de peluquería y su cara de sufridora y me las imagino aluego destripando en la puerta, que si el panadero, que si la hija del alcarde, que si, que si. ¡Qué nos gusta un chisme!¡Qué de envidias!¡Qué de cotilleos!
Lo que peor llevo es a los que harto de carne se metieron a fraile. No sé si me entiendes. Los que no perdonan una pero la han hecho todas. Son cirujanos morales del raja, raja.
-¡Qué fulanita está embarazada! Si a esa niña se le veía vení. Si la cabra tira ar monte.
La sorprendida ya no se acuerda que ella misma tuvo a su hija seis  meses después de casarse. Por la iglesia, eso sí. Pero hoy pertenece a las madres eztricta del arte aztracto.
Bueno, la hora del vermú. Voy a cotilleá un rato.